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domingo,
08 de
abril de
2007 |
La orquesta charrúa siguió tocando: goleó en el Bajo Belgrano
Central Córdoba jugó 90 minutos espléndidos bajo la batuta de Bezombe
La orquesta charrúa dio ayer un lujoso recital de toques en el Bajo Belgrano. Ganó, goleó y gustó. De la mano de Pablo Bezombe, jugó el fútbol que le gusta a la gente. En una jornada como pocas, Central Córdoba logró imponer superioridad absoluta sobre un Defensores de Belgrano que fue puro desconcierto y padeció su tarde negra al caer por 4 a 1.
Apenas le tomó 11' al charrúa marcar en la red su claro predominio. El primer gol llegó de tiro libre, desde unos 25 metros. Casi sin tomar carrera, la figura de la cancha, Bezombe, clavó el balón en el ángulo derecho.
Allí empezó el floreo y ante el despliegue técnico y la gran concentración de los Matadores, el local no encontró cómo pararse. Como último recurso pretendió defenderse atrás, pero no pudo siquiera honrar su nombre.
A los 19', en una de las genialidades de la tarde, combinaron Bezombe y Bochietti, con pisadas y toques sutiles, y tras un centro cruzado al corazón del área, Armani puso un frentazo cambiándole el palo al arquero y decretando el 2-0.
En ese instante, y muy tempranamente, el partido ya entró en zona de definición. Era todo de Central Córdoba. Bezombe manejaba los hilos y con increíble facilidad dejaba a sus compañeros, con un toque, mano a mano con el uno local.
Fue el propio Bezombe quien pudo liquidarlo a los 35' y se lo perdió por centímetros. Como era lógico, a los 41', llegó el tercero, esta vez de Bochietti, tras otra habilitación de Bezombe. Partido liquidado.
En la segunda mitad, bajó un poco el ritmo de las pulsaciones, pero seguía siendo el charrúa el dominador absoluto. Defe se jugó el todo por el todo con un esquema ultraofensivo y dejó tres en el fondo. Pero nada cambió.
A los 5' el grandote Francés (que con mala intención había lesionado y sacado de la cancha a los 33' al artillero Armani) le cometió penal al ingresado Matías César, quien se encargó de decretar el 4 a 0 tras el tiro desde los doce pasos.
Después vino un largo segundo tiempo, donde el charrúa reguló y le cedió parte de la iniciativa al local, que sin embargo puso más fervor que ideas.
Luego provino el descuento de Defensores en una pelota aérea que Peralta Cabrera transformó en el gol del honor. Casi para la anécdota, y pintando una tarde de desaciertos del local, quedó el penal errado por Francés después de un discutido agarrón de Jorge Del Bono a Peralta Cabrera.
Tocando y regulando, y con las sutilezas y brillantez de Bezombe hasta el minuto final, el charrúa redondeó una producción descomunal que seguramente cambiará la historia del equipo en este campeonato de cara al futuro.
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