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domingo,
08 de
abril de
2007 |
Un curso de agua
propicio para pescar
Lo que hasta hace poco fue causante de angustia y evacuaciones quedó ahora transformado en una suerte de atractivo turístico. La desembocadura del arroyo Ludueña -merced al lento descenso de las aguas- es ahora un lugar ideal para la pesca. Así lo confirmaron decenas de familias que allí concurren con sus cañas a probar suerte. Muchos se llevaron unas cuantas especies a casa.
Todavía la altura del Ludueña, a metros del Paraná, permite la pesca con elementos básicos. Como por ejemplo la tanza con anzuelo y carnada que Miguel había tirado al agua cuando se encontró con La Capital. O la pequeña caña de pescar que Jesica lanzó al aire.
En hilera y como un atractivo, decenas de rosarinos se volcaron al arroyo a pescar. Lo que fue una amenaza para muchos, en las últimas horas permitió que haya pique. Bastó con recorrer los baldes de los improvisados pescadores.
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