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domingo,
01 de
abril de
2007 |
Impulso a la
liberalización
del comercio
mundial
Washington. - El presidente de Brasil, Lula da Silva, dijo aquí que nunca fue tan optimista con relación a la reanudación de las negociaciones de la ronda Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que busca impulsar la apertura del comercio global.
El mandatario brasileño señaló que el fin de los subsidios agrícolas, que los países ricos otorgan a sus productores rurales, es fundamental para ayudar al desarrollo de los países pobres y combatir el hambre. El éxito de la ronda de Doha es "una garantía de paz para el mundo", resumió Lula.
"Estamos trabajando para que las naciones menos desarrolladas tengan más chances. Es necesario un consenso sobre Doha para que sea reducida la pobreza global", agregó el brasileño.
A su turno, George W. Bush también expresó su confianza en los avances de las negociaciones, pero recordó que para que concluyan con éxito es necesario que algunos países abran sus mercados de servicios y de manufacturas a Estados Unidos, y no sólo que su país reduzca los subsidios agrícolas, en una alusión al reclamo que EEUU y la Unión Europea le hacen a los países productores agrícolas nucleados en el G-20 y liderados por Brasil. Argentina forma parte del G-20. "Para aliviar la pobreza en el mundo, la solución es el comercio", sentenció Bush.
Bush reiteró su admiración por la producción brasileña de etanol, y manifestó que tiene "todo el interés" de promover la producción de biocombustibles y trabajar junto con Brasil en ese sentido. "El calentamiento global es un problema que asusta y es uno de los mayores riesgos del planeta", aseveró.
Por último, Lula anunció que Brasilia será sede de una conferencia internacional sobre biocombustibles en 2008 y aprovechó la ocasión para invitar a Estados Unidos a participar de ese encuentro. El presidente brasileño retornó anoche a Brasil.
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