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domingo,
25 de
marzo de
2007 |
Newell's recibe a Quilmes y sólo piensa en otra victoria
Lucas Vitantonio / Ovación
Desde que Pablo Marini tomó las riendas el equipo comenzó a focalizar su juego en un atributo excluyente: la agresividad en defensa y ataque. Así el nuevo Newell's encara los partidos desde el minuto cero con el cuchillo entre los dientes, comiéndole los talones al rival y con la premisa de recuperar la pelota lo antes posible en campo enemigo. Y una vez que el balón está bajo control es el turno de asediar el arco de enfrente. Allí la prioridad también es ser aguerrido y punzante. Hoy la maquinaria volverá a ponerse en movimiento ante Quilmes, a las 16, en el Coloso y con arbitraje de Héctor Baldassi.
Para esta concepción de juego que propone Marini es fundamental que cada eslabón del equipo esté afilado y funcione a la perfección. Pero hay una línea que hace las veces de termómetro para indicar el momento de ahogar al rival en la salida o bien achicar espacios hacia atrás. Este dique de contención es el mediocampo, que esta tarde ante Quilmes estará integrado por Ariel Zapata y Claudio Husain, en la función de doble cinco, y Carlos Araujo y Adrián Lucero, por los andariveles derecho e izquierdo respectivamente.
Estos cuatro jugadores son los pilares en donde se apoya el andar del resto de los compañeros. Cuando los volantes dan la orden de presionar también deben salir despedidos como flechas hacia adelante el enganche Sebastián Arrieta y los delanteros Mauro Cejas y Oscar Cardozo. Y además los defensores Gastón Aguirre, Nicolás Spolli y Germán Ré tienen que ajustar la marca y adelantarse casi hasta la mitad del campo.
Por su parte, una vez que la pelota está en poder de los rojinegros lo ideal es terminar la jugada lo antes posible con un tiro al arco de Tacuara Cardozo, el más amigo de las redes contrarias.
Es cierto que es imposible que un equipo presione los noventa minutos en campo rival. Por eso hay momentos en que conviene replegar las alas y plantarse en el círculo central. Allí lo fundamental es que las tres líneas estén respaldadas y no haya grietas que aproveche el oponente.
Tampoco todos los ataques deben ser vertiginosos porque se pierde sorpresa. En estos casos el encargado de lateralizar el balón es el Turco Husain y sus laderos por las bandas son Araujo y Lucero. Aquí es cuando se repliega Arrieta para poner la pelota bajo la suela y hasta el Pitu Cejas se anima a pivotear cerca del enlace santiagueño.
En definitiva los volantes son los que marcan el paso. Husain y Zapata se conocen de memoria y con un gesto les alcanza para salir a apretar o replegarse. Mientras que Araujo y Lucero son las ruedas de auxilio por las bandas y hasta se animan a llegar a posición de ataque. Los mediocampistas están afilados y hoy tendrán otra jornada intensa ante los cerveceros. Son las piezas clave para el equipo agresivo que pretende Marini.
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Fotos
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Araujo, Husaín, Zapata y Lucero. Un mediocampo que crece.
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