Oscura trama familiar en el crimen de esposa de un juez

Ocurrió en Venado Tuerto. Cuidaba al hijito de su sobrina y la mataron a puñaladas

Carlos Walter Barbarich / La Capital

Venado Tuerto.- Alba María Di Guini, de 51 años y esposa del juez de Circuito en lo Civil y Comercial de esta ciudad, fue brutalmente asesinada la mañana de ayer mientras cuidaba a una criatura de 2 años, hija de una sobrina, en una propiedad ubicada detrás de un gimnasio que atendía la madre del nene. La mujer, según los primeros exámenes forenses, recibió al menos cinco puñaladas en el cuello, varios golpes en la cara y otros puntazos en el rostro y en sus brazos. Los investigadores del crimen descartaron de plano que el hecho esté ligado a un intento de robo y se inclinan a pensar en un episodio con ribetes pasionales o de venganza dentro del entorno familiar. Horas después de descubierto el episodio, agentes de la seccional 2ª demoraron a dos personas ligadas a la víctima.

El macabro crimen se descubrió poco después de las 10 de ayer. Alba, esposa del juez Alberto Frinchaboy, concurrió como lo hacía asiduamente para cuidar al hijo de su sobrina, Flavia Lussenhoff, de 31 años y prima de Federico -el defensor que jugara en Rosario Central y actualmente milita en River-. Mientras la mujer se hacía cargo del niño, Flavia daba clase en el gimnasio que tiene en Garibaldi 320, en pleno centro venadense y delante de su vivienda.


Macabro
No se sabe cómo cuándo y por qué alguien ingresó a la casa y cometió el feroz crimen sin que nadie de los que estaban en el gimnasio escucharan gritos o golpes que denotaran la violencia de lo que ocurría Lo cierto es que cuando Flavia terminó con su clase y fue a ver a su hijito lo encontró llorando en una habitación junto al cadáver de Alba y en medio de un charco de sangre

Los primeros exámenes forenses dejaron en claro que la mujer, además de los puntazos que recibió, presentaba un golpe en la cabeza producido con un elemento contundente y habría sido asfixiada con su propia cadena de oro, joya que el asesino dejó en el cuello.

A poco de llegar la policía al lugar, los detectives comprobaron que no faltaban elementos de valor de la propiedad y pusieron su mirada en el entorno familiar. Así empezaron a dejar al desnudo una conflictiva relación entre Flavia y su ex esposo y padre de la criatura que cuidaba Alba, Juan Cruz Munger, un profesor de artes marciales de 32 años.

Todo indica que Flavia y Juan Cruz mantenían permanentes discusiones en torno a la relación que habían concluido apenas nacido el niño y que esas peleas se hacían extensivas a la tenencia de la criatura. En este orden, los investigadores no descartan que la agresión fatal sufrida por Alba haya tenido como destinataria a Flavia y que la ira del atacante no le haya permitido distinguirlas. Otros pesquisas sostuvieron que Alba habría incidido notablemente en la ruptura de la relación de la pareja y que, desde entonces, Juan Cruz la detestaba.

Con esos elementos en su poder, la policía descartaba que el homicidio haya sido una venganza contra el juez Alberto Frinchaboy, de quien dijeron que "cuenta con el cariño y respeto de sus pares del sur santafesino, al igual que del resto de la sociedad venadense y no ha emitido fallos polémicos que hagan presuponer algo en su contra".


Demorados
Por la tarde los investigadores del crimen demoraron tanto a Flavia como a Juan Cruz La joven no había declarado hasta anoche y el muchacho lo primero que hizo fue pedir un abogado antes de hablar confió un vocero

Además, los pesquisas agregaron que el joven "es muy violento, experto en artes marciales y de carácter irascible. Competía en full contact o kid boxing y era conocido en ese sentido, ya que tuvo logros provinciales en esa materia".

El cadáver de Alba Di Guini fue hallado ayer.