Citarán a policías a declarar por un burdel

El fiscal de Cámaras José María Peña pidió que se cite a declarar al jefe y subjefe de la comisaría de Pueblo Esther para que respondan si estaban enterados de la existencia de un prostíbulo que fue allanado el sábado y donde se constató que trabajaba una menor de 16 años. El procedimiento se hizo tras la denuncia de un alternadora que, al decirle al dueño que no iba a trabajar más, recibió una feroz paliza.

Peña le pidió a la fiscal de primera instancia Alicia Donni de Donati que cite a declarar de modo informal a los responsables de la subcomisaría 15ª de Pueblo Esther. Les pedirán que revelen si conocían la whiskería en la que dos personas fueron detenidas por corrupción de menores, lesiones y tenencia ilegal de armas. La entrevista no tiene carácter de acusación, aunque "podría derivar en otras medidas para la investigación", reveló una fuente judicial.

El local Geisha, situado en el kilómetro 1 de la ruta A-012, fue allanado por efectivos de Seguridad Personal luego de que una joven de 20 años denunciara que el dueño del cabaret, su yerno y otras cuatro compañeras la golpearon hasta dejarla inconsciente porque ella comunicó que dejaría de trabajar. La chica estuvo internada y, en una entrevista con este diario (publicada en la edición de ayer), señaló que le pegaron "para que no dijera que a ese lugar llevaban menores de otros países que luego desaparecían". También mencionó que al burdel iban algunos policías "a tomar Fernet" y que esos efectivos "arreglaban con el dueño".

El propietario del local, Norberto C., de 61 años, y su yerno Oscar L., de 28, fueron detenidos la madrugada del sábado tras el operativo en el burdel, donde los efectivos encontraron a tres mujeres ejerciendo la prostitución, entre ellas una adolescente de 16 años, y secuestraron dos escopetas. l