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sábado,
17 de
marzo de
2007 |
Astrada le entabló una demanda a Central
El ex DT reclama 2.500.000 pesos
Las posibilidades de que Leonardo Astrada vuelva a ser el técnico de Central parecen haberse achicado drásticamente en las últimas horas. Al menos, esa es la primera lectura que puede hacerse de la millonaria demanda que el Jefe presentó el jueves contra el club de Arroyito.
Astrada, Hernán Díaz y Gabriel Macaya iniciaron un juicio laboral contra Central en el que reclaman una deuda de 2.500.000 pesos generada por su paso por el club.
Los abogados de Astrada y de los integrantes de su cuerpo técnico ingresaron la demanda en la Mesa de Entradas Unica del fuero laboral de los Tribunales locales el jueves a la mañana. Por sorteo le tocó a la jueza en lo Laboral Nº 2, Adriana Mana, en cuyo juzgado el expediente ingresó ayer.
Gorosito fue despedido el lunes y los dirigentes anunciaron públicamente que la prioridad era el retorno de Astrada. A partir de ese momento intentaron comunicarse con él, aunque nunca consiguieron que los atendiera. Tres días después llegó lo que puede interpretarse como una respuesta: la demanda en los Tribunales de Rosario.
Desde un primer momento se sabía que las gestiones para convencerlo no iban a resultar sencillas. Allegados a Astrada habían hecho trascender una serie de condiciones, tanto deportivas como económicas, que no aparecían como sencillas de cumplir.
Por un lado, el técnico no vería con buenos ojos la permanencia en el plantel de tres de sus máximos referentes. Ninguno de ellos lo había apoyado el año pasado, cuando fue desplazado de la dirección técnica y llegó Gorosito. Los tres están identificados con el club y son canallas hasta la médula.
La deuda era otro de los temas por resolver. En Central confiaban en llegar a un acuerdo para hacer frente al pago del dinero atrasado y al nuevo contrato.
La presentación de la demanda abre una instancia de reclamo judicial, lo cual no significa que no se pueda llegar a un acuerdo de pago entre las partes, pero al menos abre un gran interrogante.
De esta presentación se puede hacer más de una lectura. Evidentemente es una medida de presión para cobrar lo que el cuerpo técnico considera que le corresponde y, con suerte, acelerar los tiempos para llegar a un acuerdo. Hasta allí no es diferente a lo que han hecho otros técnicos.
Lo que no cierra en esto es el momento. Si Astrada estuviese evaluando volver a Central, difícilmente sus abogados hubieran dado un paso de esta naturaleza. Más sencillo sería sentarse a hablar con los dirigentes y acordar la forma de pago. Pero el Jefe parece haber elegido otro camino.
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