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miércoles,
07 de
marzo de
2007 |
Las sensaciones
encontradas de un
hombre de negocios
Eduaro Caniglia / La Capital
Roberto Gazzo estaba ayer tan eufórico como sorprendido. Habían transcurrido 18 horas desde el llamado que recibió en su casa de la ciudad bonaerense de Olivos para anunciarle que habían detenido a su empleada doméstica con los 200 mil dólares que él tenía en su vivienda. Por entonces, el hombre aún no sabía que el dinero había desaparecido de su escondite y quedó atónito al enterarse que quien se lo había llevado había trabajado hasta el lunes a la tarde en su casa.
Gazzo es un contador de 61 años. Cerca de las 7.30 del lunes sonó el teléfono en su vivienda. El llamado primero lo asustó y después lo asombró. "Al principio no lo podía creer. Cuando me dijeron que eran de la policía pensé que habían secuestrado a alguien de mi familia", recordó ayer a la tarde en la Patrulla de Caminos, adonde concurrió para recuperar la plata.
Venta de acciones
El 2 de julio del año pasado el contador había transferido las acciones que tenía en una empresa de telecomunicaciones de Rafaela por un valor de un millón de dólares Ya había cobrado 500 mil Parte del efectivo lo invirtió y guardó 200 mil en su casa Lo hizo con sumo cuidado en un sitio que él creyó que nadie ajeno a la familia lo hallaría Primero los acomodó en un recipiente plástico y después los escondió debajo del lavatorio del baño Pero el hombre comprobó ayer que su escondite había sido desacertado Y admitió que la operación financiera había sido muy comentada en su casa Además la escritura estaba guardada en el placar y en ella aparecía los montos de la transacción explicó Gazzo
De viaje
El 8 de marzo pasado Gazzo y su esposa partieron de vacaciones a México El periplo del contador continuó en Miami donde aprovechó para realizar algunos negocios Después regresó al país y el miércoles pasado partió a San Martín de los Andes también por cuestiones laborales Recién el domingo a las 16 volvió a su casa de Olivos pero no advirtió el faltante del dinero Nunca pensó que la chica paraguaya que había contratado como empleada cuatro meses atrás se llevaría esa plata Es que la joven también trabajaba en la casa de su hija ubicada frente a la suya
El lunes todo transcurrió con normalidad en la casa de los Gazzo. La empleada doméstica trabajó hasta la tarde y se retiró para emprender el viaje que fue abruptamente interrumpido en el ingreso a Rosario. Para Gazzo, la mujer se llevó los dólares en los días en que él y su esposa estuvieron en el exterior. Ayer, el contador tenía dos sensaciones que, según su definición, eran contradictorias: "Me siento muy contento por la actitud loable de la policía, pero también muy triste porque a ella (la empleada doméstica) la tratamos como a alguien de la familia", comentó. l
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