El II Cuerpo largó con la mudanza

El Comando del Segundo Cuerpo de Ejército comenzó su mudanza hacia un nuevo destino estratégico: la ciudad correntina de Curuzú Cuatiá. Su traslado apunta a tener presencia militar en los esteros del Iberá, donde existe una de las reservas de agua dulce más importantes del continente. Y las nuevas hipótesis de conflicto apuntan a la defensa de los recursos naturales. Ayer por la mañana, en las puertas del histórico edificio de Sarmiento 1350 había mucho movimiento militar. Con equipos de gimnasia y con su uniforme cargaron de objetos embalados, máquinas y muebles de oficina al menos tres camiones estacionados en el lugar.

El 20 de junio de 1982, y por gestiones hechas por el ex presidente de facto, Leopoldo Fortunato Galtieri, el Comando del II Cuerpo de Ejército empezó a funcionar en el inmueble que ocupaba el Banco Municipal de Rosario.

La unidad militar estuvo en un principio en el edificio de Córdoba y Moreno, sitio emblemático de la desaparición forzada de personas y futuro Museo de la Memoria.


La guerra del agua
La decisión de la mudanza se orienta a abastecer el nuevo perfil que el Ministerio de Defensa proyectó para el Ejército la custodia de los recursos naturales Y en el marco de esta política se justifica la mudanza progresiva de las dependencias militares a Corrientes

Según los acontecimientos de la actualidad, las posibles amenazas de los próximos 20 años refieren a la enajenación de la fuente de agua dulce más importante del continente. El acuífero Guaraní posee más de 200 mil kilómetros cuadrados en el noreste argentino y es la principal amenaza de que el país pueda ingresar en un conflicto bélico.

Pero los cambios no sólo incluyen la cercanía del II Cuerpo a sus objetivos militares. También el V Cuerpo pasaría de Bahía Blanca a Comodoro Rivadavia y el III Cuerpo, con asiento en Córdoba, sería mudado a San Luis.

Ayer, el traslado de escritorios, muebles y material logístico fue una muestra más de un proceso que comenzó ya el año pasado con las primeras instalaciones en Curuzú Cuatiá.

De esta forma, la idea de disolver la unidad militar durante el gobierno de Fernando de la Rúa mutó por la de un nuevo destino.