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sábado,
03 de
marzo de
2007 |
La desinformación
y el paro docente
Soy docente secundario y padre de tres hijos en edad escolar. Lamento la situación actual, que me acarrea perjuicios e inciertos beneficios futuros. Culpo por partes iguales al gobierno y a los gremios docentes por la desinformación casi absoluta que existió antes de la votación del acuerdo que resultó negativa y nos llevó al paro. Hago extensa mi disconformidad a los periodistas que hacen una crítica fácil a los docentes cuando desconocen absolutamente la modalidad de liquidación de nuestros salarios. Los desafío a que realicen el cálculo de cuánto me hubiera correspondido cobrar de haberse aceptado la propuesta del gobierno (soy titular en 26 horas con 18 años de antigüedad). ¡Se van a encontrar que no es fácil! Nomenclador docente, remunerativo y no remunerativo, bonificable y no bonificable, estado docente, conducción educativa, actividad específica. ¡Una verdadera ensalada de decretos! Se difundieron porcentajes cuyos fundamentos nunca se especificaron. La ministra habló de un 20 a un 26%. Algunos medios publicaron desde un 18%. Teres dijo que el aumento real era de un 11%. ¡Los delegados y otra gente del gremio difundieron en las escuelas que el aumento de bolsillo no superaba el 5%! Esto fue Babel. Yo me abstuve de votar. Con humildad le hago una propuesta a la ministra de Educación: que al realizar una propuesta salarial emita una ”planilla de simulación personalizada” con la liquidación de lo que a cada docente le correspondería cobrar en caso de aceptarse la misma. Sólo de esa manera podremos saber yo y otros si estamos de acuerdo o no con lo que se ofrece.
Rubén Viglierchio
[email protected]
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