|
sábado,
10 de
febrero de
2007 |
Atacado en un robo y salvado
de milagro en barrio Tablada
Volvía de trabajar y lo acuchillaron. La hoja pasó a un centímetro del corazón
El puente sobre bulevar Seguí y Cepeda, en la zona sudeste de Rosario, es un paso casi obligado para Eusebio Valentín Flores, un hombre sordomudo de 50 años que todas las madrugadas transita por ahí cuando vuelve de trabajar en un bar del centro. En ese lugar lo asaltaron tres veces en los últimos cuatro meses y volvieron a robarle ayer, cuando en un violento ataque lo despojaron de la propina y le aplicaron una puñalada en el pecho a centímetros del corazón, que por milagro no fue mortal.
"La médica nos dijo que él nació de nuevo. Por un centímetro la herida no le afectó el corazón", contó sobresaltada la hermana de la víctima, Ana María Flores, de 54 años. Su hermano permanecía ayer internado en el Sanatorio Laprida, a la espera de ser revisado por un cirujano.
Tres asaltos
Flores es lavaplatos en un bar del microcentro y vive con la familia de su hermana en Cepeda al 3700 a dos cuadras del lugar del ataque Todos los días vuelve de trabajar a eso de las cuatro y media y yo no duermo hasta que no llega confió Ana María quien cuida a su hermano en la casa de barrio Tablada donde también viven siete de sus once hijos y su esposo que es verdulero ambulante
Los temores de la mujer se fundan en antecedentes cercanos: desde el mes de noviembre pasado su hermano fue asaltado tres veces al regreso de su trabajo. Y cuando eso ocurre, por su discapacidad, se ve imposibilitado de pedir ayuda. Según relata la mujer, todos los ataques ocurrieron cerca del puente de Seguí y Cepeda. Por ese lugar pasa Flores todas las madrugadas tras bajar del colectivo 146 en Seguí y Grandoli.
Allí Flores sufrió el cuarto y más violento de los ataques la madrugada del viernes, alrededor de las 4.20. De acuerdo a lo que el hombre pudo transmitirle mediante señas a sus familiares, lo abordó un muchacho joven al que no pudo verle el rostro porque se tapó la cabeza con un buzo.
El muchacho le exigió dinero mediante una seña, sin hablarle, y por eso sus familiares están convencidos de que el asaltante conocía a Valentín. El chico luego le sacó de los bolsillos el dinero, cuyo monto la víctima no pudo precisar. Al parecer, el ladrón le exigió más plata y como no pudo sacarle nada "ahí le pegó la puñalada".
"Me golpeó fuerte la puerta y cuando salí ya estaba todo ensangrentado", recordó Ana María, quien en el auto de un vecino lo trasladó al Hospital de Emergencias. "Esa es una cuadra en la que no puede entrar nadie porque es repeligrosa. Ni la policía entra ahí, es tierra de nadie", describió con pesar la hermana de la víctima.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Eusebio Flores trabaja en un bar del centro. Sordomudo, no pudo pedir auxilio ante la agresión.
|
|
|