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sábado,
10 de
febrero de
2007 |
Discriminación
en un boliche
Uno siempre dice “a mí no me va a pasar”, pero siempre hay una primera vez. El 3 de febrero fui con mi novio al bar-boliche Mora, de Capitán Bermúdez. Como la noche estaba linda nos sentamos afuera. Pedimos una cerveza, por la cual pagamos seis pesos. Después de un rato pedimos una segunda cerveza, pero por ésta ya pagamos 8 (porque era más tarde). Empezamos a sentir un poco de frío y decidimos entrar. Le consulté a una moza si era posible, y me respondió: “Sí”. Pero cuando lo intentamos el señor de la puerta nos dice que sin tarjeta de invitación no podíamos ingresar. Volvimos a nuestra mesa de afuera, y ahí observamos cómo entraba gente sin presentar nada. Así que sacamos la conclusión que fuimos discriminados.
Verónica Sevlever, DNI 28.575.362
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