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 domingo, 04 de febrero de 2007  
Dibujos para leer
Las ilustraciones de Rep continúan los relatos de "Cuentos y fábulas"

Lisy Smiles / La Capital

Rep, en realidad Miguel Repiso (Buenos Aires, 1961), es parte de la generación que leyó a Mafalda casi de primera mano. Y fue el encargado de ilustrar los cuentos y fábulas de Jorge Timossi. El libro opera como una conjunción para disfrutar, donde dibujos y relatos juegan a espejarse.

Pequeños, quizá mínimos en cuanto a sus trazos, los dibujos de Rep permiten al lector que se recueste sobre cualquiera de los registros logrados en los relatos. A veces es el turno de la ironía; otras, de la ternura o la risa, pero siempre se engarzan como si hubiesen nacido juntos.

Rep dialogó con Señales y explicó cómo fue la experiencia de ilustrar un libro de alguien que ya desde chico le arrancaba sonrisas.

—¿Conocías a Timossi? ¿Qué opinás de sus cuentos?

—Jorge es un mito entre los que adoramos a Quino y Mafalda, ya que él es muy amigo del “Maestro” y encima fue en él en quien se basó para crear a Felipe. Yo había leído sus "Cuentecillos", el otro libro que salió en Argentina, ilustrado por Quino. Así que acepté encantado el convite. Hay cuentos y fábulas en este libro, inolvidables. Y sospecho que son aquellos donde se involucró más. Considero superior su escritura y la selección de “Cuentos y Fábulas”, un libro precioso, a su libro anterior, y tuve la suerte de ilustrarlo.

—¿Intercambiaste muchas ilustraciones con él hasta llegar a las que se publicaron?

—Hicimos lo que hay que hacer entre dos autores que se respetan y que vienen de géneros tan disímiles: no nos consultamos, ni él vio mis dibujos hasta que recibió el libro. Mi ventaja fue leerlos antes de dibujarlos, su ventaja fue la sorpresa al ver mis interpretaciones. Y quiero aclarar que si hay un libro es de él, él es el autor, yo soy apenas el ilustrador. Por eso considero exagerada la coautoría que figura en la tapa. No hay libro sin Timossi, habría libro sin mi.

—Hay cierto registro compartido entre Timossi y vos en cuanto al manejo el humor, la ironía, y la ternura?

—Timossi tiene un humor muy elegante, ceremonioso, hasta cubanamente florido. Es como su voz; hay que escucharlo a Jorge, su locutorez que, sí, desliza descripciones llenas de obsesiones y ternura. Ternura que ya adivinó el Quino para trazar lo tierno en Felipe. Yo acompaño con pocos trazos, con mi parquedad y humor de soslayo, los momentos más gráficos de sus narraciones, sintetizándolas. Creo que tenemos muchos mundos en común con Timossi. El lector sabrá intuir si logré esa sintonía. Ojalá.

—Si alguien recorre tus trabajos descubre cierta multiplicidad en cuánto a los géneros. Siempre hay inquietud, o en todo caso ninguna quietud. Ilustrás libros y trabajás en medios gráficos, hacés tiras, humor, exponés en museos...

—Había una película en el cine de mi niñez, a la que no podía entrar por edad, se llamaba “Soy Curioso, Amarillo”. Y sí, casi todo es amarillo para mí, y dibujable.

—¿Imagino que como Timossi opinás que no es verdad que la curiosidad mata al gato?

—Los gatos miran con el culo, no reconocen el amarillo, y no se dejan morir, ésa es mi opinión. Timossi tiene razón.


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