De la química al mundo de Mafalda

Quino captó al personaje que Jorge Timossi llevaba adentro cuando el ahora escritor y periodista tenía 18 años. Por entonces, era técnico químico y trabajaba en un laboratorio, pero su pasión pasaba por escribir poemas.

En una nota aparecida en la revista "Ventidos" (noviembre de 1999), Timossi contó que por entonces le gustaba cocinar espaguetis en los vasos de precipitados y que sus mis experimentos eran más bien estéticos: "Me quedaba extasiado por el amarillo Van Gogh del precipitado de sulfato de sodio y me escapaba de los formularios para escribir poemas". Podría decirse, entonces, que cualquier similitud con Felipe no es casualidad.

Tanto Quino como Timossi se conocieron en 1956, cuando frecuentaban un grupo de escritores, poetas y periodistas que se reunía "para intercambiar textos, proyectos de país, dibujos y amores".

Ellos eran los más jóvenes en aquellas noches de encendido debate en las que aportaban lo suyo Paco Urondo, Rodolfo Walsh, Juan Fresán, Marcelo Pichon Rivière, David Viñas, Pirí Lugones y Miguel Brascó.

Según recuerda Timossi, los integrantes de ese grupo no se dieron cuenta de que Quino los observaba especialmente. "Iba componiendo con nosotros sus muñecos, su profundo y particular enfoque de la vida y el mundo, una manera de ver y decir que permite a generaciones distintas, de las antípodas del planeta, sensibilizarse con los personajes de la historieta y hacerlos suyos".