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lunes,
22 de
enero de
2007 |
La convocatoria puede ser clave para organizar el Mundial
Cada presentación argentina tuvo un respaldo que ya no sorprende. Las tribunas del Estadio Nacional de Quilmes se fueron ocupando ayer desde varias horas antes al choque entre Argentina y Holanda.
Seguramente hubiera ocurrido lo mismo si el torneo se disputaba en Mar del Plata, sede original que se cayó por falta de presupuesto, en una aventura sin bases sólidas que emprendió sin éxito el gobierno municipal de La Feliz.
La mayoría del público estuvo compuesto por adolescentes que hicieron colas interminables para tatuarse el símbolo de Las Leonas con la bandera argentina. El colorido fue aportado también por los trapos colgados en el alambrado con inscripciones como "gracias por seguir siendo nuestro orgullo", "no me arrepiento de este amor". Pero hubo otros con una única destinataria: Luciana Aymar.
La rosarina, obviamente es la que genera mayor admiración y en Quilmes, el club en el que juega desde 2005, es adorada.
La idolatría y el entusiasmo que despierta quedan evidenciados cada vez que se apodera de la bocha y pone en escena su magia, desairando a sus rivales a las que hace quedar en ridículo y despertando los "ole" de la gente.
Ese fervor, aliento y respaldo masivo no pasa desapercibido para las autoridades de la Federación Internacional de Hockey. Les seduce el contexto y ese antecedente parece que será fundamental para la próxima elección de la sede del Mundial 2010.
Incluso, el titular de BDO, el principal sponsor en el Champions Trophy, deslizó en una cena de dirigentes organizada días atrás su predilección por Argentina para organizar el certamen ecuménico. Evidentemente no se está lejos y el público que se convocó para seguir el Champions Trophy puede jugar un papel decisivo para inclinar la balanza en esta decisión.
Si se concreta, no habría que descartar como escenario el Jockey Club Rosario, sede del Champions Trophy 2004 y que tuvo una respuesta similar al que concluyó ayer, aunque la empresa se presenta complicada. El estadio de fútbol de Quilmes aparece como la principal opción, entre otras cosas porque se exige que la capacidad sea para 15 mil espectadores.
Evidentemente Las Leonas es un fenómeno que no se detiene y en el que los hinchas tienen mucho que ver para este crecimiento y para la posibilidad de tener por segunda vez un Mundial en el país.
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