Año CXXXVII Nº 49361
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores
Mundo digital


suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Educación 30/12
La Escuela en Foco 30/12
Autos 28/12
Salud 27/12
Página Solidaria 27/12
Estilo 16/12

contacto

servicios
Institucional



 domingo, 21 de enero de 2007  
La muerte acecha entre los robos
Un criminólogo alerta sobre el uso casual de las armas y advierte que hay más no declaradas

Para el criminólogo Enrique Font, la preocupación por los resultados que arroja la encuesta del Ministerio de Salud de la Nación no se agota en el hecho de que uno de cada diez santafesinos tenga un arma en su casa o en su auto. A ese dato le suma el hecho de que la mayor parte de las tenencias son ilegales, lo que lo lleva a preguntarse "quién las tiene, cómo las tiene, qué piensa de las armas, a quién las dirige y para qué las usa". Lo peor es que en los últimos tiempos esa disponibilidad no parece estar sólo ni esencialmente asociada al robo, como cabría imaginar, sino a la resolución trágica de conflictos comunes, como "peleas familiares o riñas entre vecinos", y a los cada vez más frecuentes "ajustes de cuentas". Y ya se sabe que el arma, recuerda Font, es "siempre un recurso lesivo o letal".

-La encuesta revela que uno de cada diez santafesinos está armado y que dos de cada tres tenencias de armas son ilegales, eso sin contar a los menores de 18 años ni a la población rural. ¿Cómo lee esos números un criminólogo?

-Primero, habría que pensar que el verdadero número debe ser muchísimo más alto. Por ejemplo, porque pese a que 185 mil santafesinos responden tener armas, los que las poseen de forma ilegal difícilmente reconozcan tenerlas en un sondeo, por más confidencial que sea. Hay que recordar que en las últimas encuestas de victimización que hizo en Rosario la Dirección Nacional de Política Criminal también se preguntaba si se poseían armas y allí se veía con claridad que los sectores con ingresos más altos contestaban que sí en mucha mayor proporción que los estratos bajos. Y eso no es porque tuvieran más armas, sino porque las tenían registradas y por eso lo admitían.

-O sea que si a los datos de la encuesta se sumaran las armas de todos los actores mencionados, ¿el número podría ser mucho mayor?

-Sí, y hay un cuarto factor de subregistro, que es la cantidad de armas puestas en circulación para alquiler, un servicio de economía ilegal muy significativo. Dentro de eso está el tradicional, el que alquila armas de guerra para delitos importantes como la piratería del asfalto o el robo de blindados, y también están los más chicos, que alquilan un (calibre) 22, un 38, y que muchas veces tienen un arsenal. Hay que pensar al arma como un recurso lesivo o letal, por eso el número cuenta mucho. Y si son ilegales, debería preocupar mucho más.

-La pregunta es para qué se usan.

-Exacto, quién las tiene, cómo las tiene, qué piensa de las armas, a quién las dirige y para qué las usa. Dicho esto, estaría bueno desagregar cuántos homicidios por armas de fuego fueron en ocasión de robo y cuántos por peleas o situaciones de conflicto donde se usó un arma de manera no planeada. El dato que aparece año a año es que si se compara el delito contra la propiedad, que es gigantesco, con la cantidad de homicidios en ocasión de robo, las muertes por robo no deben llegar al tercio del total. De hecho son muchas menos que las causadas por lesiones accidentales, peleas familiares, riñas entre vecinos y ajustes de cuentas, una modalidad que creció mucho en los últimos años. Eso dejando a un lado el sector más bien pequeño y muy representado mediáticamente de los pibes que "están de la cabeza" y se matan a tiros con una 22...

-¿Dónde más preocupa la circulación de armas?

-Vale mencionar la cantidad de lesiones y muertes generadas por armas de fuego que causa la policía. Comparado con el total de homicidios por armas de fuego, la policía mata mucho, ya sea cuando están de servicio o de franco. Hubo años en que las muertes causadas por la policía llegaban al 11, 12 por ciento del total de la tasa de homicidio. Y además, por ejemplo en la provincia de Buenos Aires, hay más policías muertos (sobre todo de la Federal) cuando están de franco que cuando están de servicio: caen más al ir armados en el camino a su casa que en enfrentamientos. l S.D.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Notas Relacionadas
Unos 120 mil santafesinos portan algún tipo de arma en forma ilegal




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados