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sábado,
23 de
diciembre de
2006 |
El médico que desconectó
el respirador a un paciente
enfrenta ardua polémica
Italia está convulsionada por la muerte de Piergiorgio Welby, quien pidió que le ayudaran a morir
Mario Riccio, el médico italiano que desconectó el respirador artificial de un enfermo terminal dijo que, aunque apenas conocía al hombre, estuvo dispuesto a enfrentar el riesgo de la cárcel y de la infamia en Italia para ayudarlo a morir.
Riccio se convirtió en el centro de un debate sobre eutanasia en la Italia católica, tras retirarle el miércoles el respirador a Piergiorgio Welby, dos días después de haber hablado con él por primera vez.
Welby, paralizado por una diastrofia muscular pero aún lúcido, agradeció a sus amigos y familia antes de morir. El romano de 60 años padecía desde hace 40 años una atrofia muscular degenerativa. En la última fase de la enfermedad, estaba confinado a la cama y sólo un respirador lo mantenía con vida.
"¿Riesgos legales? Claramente los hay", dijo Riccio. "Pero creíamos en esto. Creíamos en hacer lo correcto, ayudar al paciente a cumplir su deseo".
Los que apoyan al médico dicen que es un héroe por ignorar un fallo de la Corte que rechazó el pedido de Welby para que se le quitara el respirador.
Los que se oponen, incluyendo algunos legisladores, dicen que Riccio es un criminal que debe ir a la cárcel, como Jack Kevorkian, un defensor del suicidio asistido vía una inyección letal, que en la década de 1990 participó en decenas de fallecimientos en Estados Unidos y fue apodado "Dr. Muerte".
La eutanasia es ilegal en Italia y conlleva una sentencia de hasta 15 años tras las rejas. Solo Suiza, Holanda, Bélgica y el estado de Oregón, Estados Unidos, permiten el suicidio asistido para los enfermos terminales.
Niegan entierro religioso
Ayer, el Vicariato de la Iglesia Católica en Roma comunicó que no habrá un entierro religioso para Welby, ya que su deseo de morir contradecía la doctrina, El pedido de entierro religioso fue formulado por la madre y la esposa del difunto. La ceremonia fúnebre tendrá lugar entonces mañana en una plaza pública de Roma.
La muerte de Welby hizo estallar nuevamente en Italia el debate sobre la eutanasia. Numerosos políticos reclamaron la implementación rápida de una ley al respecto.
"Los responsables de este asesinato deben ser arrestados", dijo el político opositor Luca Volonté, del partido cristianodemócrata UDC, en el Parlamento en Roma.
Riccio ya fue interrogado por investigadores de la policía especial italiana la tarde del jueves, junto con Marco Cappato, presidente de la asociación Luca Coscioni, que lucha por la legalización de la eutanasia. (Reuters y DPA)
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Riccio conocía las consecuencias de su acción.
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