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sábado,
23 de
diciembre de
2006 |
Discos / Novedades
"Ahora hay una trova diferente,
con más apertura que la de antes"
Nahuel Antuña editó su primer disco solista, "La ley de entropía", junto a La Cofradía del Rock Local
"La ley de entropía es la segunda ley de la termodinámica que dice que todo tiende al caos, pero en este disco el caos es creativo", dijo Nahuel Antuña, en referencia a su disco solista debut "La ley de entropía", en el cual el bajista de la banda rosarina Vudú toca acompañado de una legión de músicos de la ciudad, y otros créditos del rock y el blues como Ciro Fogliatta y Claudia Puyó, a quienes se agrupó como La Cofradía del Rock Local.
Integrantes de Cielo Razzo, Vudú, Los Sucesores de la Bestia, El Regreso del Coelacanto, Los Vándalos, Degrade, Dios Salve a la Reina, Madera Oxidada, Pablo El Enterrador, Bonzo Blues Band, Caburoblús, El Vagón, más Fabián Gallardo, Sandra Corizzo y Gaby Sinagra engrosan la lista de cincuenta músicos que participaron de este proyecto producido por La Cruz del Sur y la Unión de Músicos Independientes, que cuenta con producción y dirección artística del rosarino Palmo Addario, quien actualmente se desempeña como guitarrista en la banda de Diego Torres. "Ahora hay una trova diferente, con más apertura que la de antes", dijo Antuña, quien lleva grabado tres discos con Vudú.
El disco respira tanta mixtura de géneros como coherencia musical y temática. El rock, el blues, el country, el jazz, las baladas, algún guiño tanguero e instrumentales con cierta vena experimental conviven en esta placa como parte de un todo, cuyo común denominador es la impronta de Nahuel Antuña, quien participa como bajista en los 16 temas del disco, y es el autor de 14 canciones del material.
El solo de guitarra de Bonzo Morelli, en "Big Band"; la fuerza de Popono Romero en "Un xanax"; la calidad interpretativa de Claudia Puyó en "Cae el cielo" y "Nahuel"; la energía de Ike Parodi en "Al olvido"; y la voz expresiva de Fabián Gallardo en "Amatista", son algunas de las perlitas de este disco, cuyas letras tienen una marca de pura cepa rosarina. Antuña revisa paisajes clásicos de la ciudad, le da una mirada al Bar Savoy, elogia a Santiago Grande Castelli y aborda el costado más social en "Las Flores", donde pinta una "patria oscura" con niños y ancianos que comen de la basura en un barrio donde "es muy común tirar un gato al asador". "Trato de escribir cosas que tengan que ver con mi vida, soy un animal político dentro de una ciudad como Rosario. No puedo hacer un blues y cantarle al Mississippi si jamás en mi vida pisé ese lugar", dijo Antuña con una honestidad brutal. El sonido setentista de algunos temas de "La ley de entropía" y la asociación del título del disco con la mítica formación La Cofradía de la Flor Social son un orgullo para el bajista, quien interpreta bajo fretles, con taping, slap y hasta tocado con nunchaku.
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Fotos
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Nahuel Antuña y su bajo, protagonista de un encuentro de la movida rockera rosarina.
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