Imagen y creatividad: continúa el auge de las carreras de diseño

Micaela Pereyra / La Capital

Las carreras para formar diseñadores crecen en Rosario. Cada vez hay más inscriptos, más chicos que buscan profesionalizarse para luego sortear con mejor suerte las demandas del mercado laboral.

Probablemente la respuesta a este auge por el estudio del diseño que se sostiene año tras año, se encuentre en la incorporación progresiva de las áreas de gestión de la imagen en instituciones y empresas que cada vez más encuentran en los departamentos de arte una forma de consolidar su identidad, de distinguir sus marcas y sus productos del resto.

En consecuencia, la tendencia en los centros de estudio es trabajar sobre el diseño integral, como un concepto único para luego desarrollar las especializaciones que cada vez más son valoradas por la sociedad, tales como el diseño editorial, el de envases, de exhibidores, expertos en identidad corporativa, ilustradores, diseño de indumentaria, de interiores, diseño industrial, de objetos, decoración, diseño gráfico y publicitario.

“El diseño tiene que ver con el hombre y las exigencias del hombre hacen que uno deba ir optimizando cosas. Nos interesa remarcar que no podemos considerar al diseño como compartimentos estancos, el diseño es único y después se manifiesta en distintas direcciones”, explica Juan José Lioi (h), director académico del Centro Educativo Popular de Expresión y Comunicación (Cepec).

Desde la Escuela Provincial de Artes Visuales General Manuel Belgrano, la licenciada en artes plásticas y docente en el área de diseño, Graciela Sanguineti, señala que el desafío consiste en obtener piezas que comuniquen un mensaje unívoco para un público determinado, trabajo muchas veces complejo porque la creatividad en la estética suele aparecer ligada a cuestiones personales, “por lo tanto debe aparecer un corrimiento de lo personal hacia la posible interpretación que hará el receptor del trabajo en cuestión”.

En esta institución pública que funciona en Alem 3084 de Rosario intentan dotar a los alumnos de toda clase de herramientas, que les permitan competir en un mercado cada vez más exigente mediante la enseñanza minuciosa de las técnicas visuales que necesitan conocer para lograr un diseño de calidad.

“Una de las discusiones más frecuentes es la de desmitificar el trabajo con la computadora como única fuente de recurso para construir un mensaje, en realidad se trata de una herramienta más, así como lo son los pinceles, estilógrafos y acuarelas. Tienen que saber lo que es el color, pintar con pincel, no sólo usar los programas informáticos”, plantea la profesora Graciela Sanguineti.

En el mismo sentido, Pablo Kunst, fundador junto con Quique Fenner de la Escuela Superior de Diseño, de Rioja 2074, apunta discusiones frecuentes con sus alumnos por la concentración de la tarea del diseñador en los distintos programas informáticos especializados.

“El problema es muchas veces cómo se enseña, el diseño no es utilizar tal o cual letra o tal o cual programa, eso lo hace un productor gráfico. Los chicos están muy preocupados por aprender a operar Macintosh y el 3D Studio. En los avisos clasificados se solicitan productores gráficos, piden técnicos en lugar de profesionales y dibujantes con títulos”, observa Kunst.

Por eso, una de las tareas que afrontan docentes, directores y formadores que están al frente de las carreras de diseño es cómo instalar en los alumnos que su principal tarea es inventar, pensar, crear diseño y luego producirlo, aprovechando de esta manera todo el conocimiento de las técnicas específicas artísticas e informáticas.


Educación perceptual
“El diseño es aquello que se dice y no aquello que se hace, es lo que elaboro, por eso se dice que el diseño es un plan mental, lo otro lo podría hacer un técnico, pero el diseñador es una persona que piensa, elabora y desarrolla una estrategia”, sentencia Kunst al tiempo que recuerda el dicho que dice que “es mejor pensar nueve y hacer uno”, a tener diez borradores.

“El plan de nuestra carrera de diseño obedece a todas las ideas que se requieren desde el campo de la comunicación social, que el diseñador sea una persona pensante, que opere mentalmente, para eso tratamos de ir mejorando el aspecto didáctico metodológico, buscamos formar emprendedores”, agrega Juan José Lioi, director del Cepec.

La sociedad cada vez tiene mayor educación perceptual y esto requiere que los diseñadores persigan un contexto cada vez más pensado, por eso el potencial de los nuevos profesionales es disponer de ideas para optimizar y mejorar las comunicaciones que no resultan tan eficaces.

“El diseñador, persona inquieta, curiosa, con una visión diferente, aún de las cosas más simples, debe conjugar inteligencia, simplicidad e innovación para la producción y exitosa inserción de nuevos mensajes, quizá respondiendo a viejos problemas”, alienta la docente de la Escuela Provincial de Artes Visuales, Graciela Sanguineti, donde durante este mes todas las aulas fueron transformadas, con el objetivo de exponer de manera permanente los trabajos realizados durante el año por los alumnos de la institución. Algunos de los objetos creados respondían a la proyección de nuevos diseños de las marcas ya conocidas en el mercado, con pequeños retoques, nuevos productos o formas innovadoras de exhibirlos.

“Cuando en las cátedras se propone emplear, por ejemplo, marcas reales e idea de presupuesto, lo hacemos con la intención de acercar lo más posible a las circunstancias laborales actuales”, indica Graciela Sanguineti, que expresa la necesidad de crear conciencia de las características particulares del medio para que las producciones que se realizan en el marco de las carreras no transiten por escenarios irreales.

Siguiendo con el posicionamiento de las marcas y la influencia del diseño, Pablo Kunst expone el crecimiento de muchas empresas de indumentaria rosarinas que se han vuelto muy fuertes incluso a nivel nacional. “Todo su esfuerzo lo han puesto inicialmente en la identidad y luego en la imagen, atienden muchísimo su cuestión de imagen. Primero de identidad, de ser ellos mismos, despegarse del resto, o pegarse. Tienen gente trabajando full time para esto”, relata.

Los diseñadores tienen una responsabilidad social. El desafío de la formación es no caer en el vacío de ocuparse sólo de la estética y del impacto visual sin importar el sentido del mensaje que se transmite.

Para Kunst “el diseño es armonía, debe perseguirla, tiene en principio una identidad regional”. El diseño distingue, invoca autenticidad y sostiene en el tiempo un sentido de pertenencia.

En lkas aulas de la Escuela Provincial de Artes Visuales se realizó una exposición de los trabajosrealizados durante el año por los alumnos de la institución.