Amsafé Rosario quiere debatir políticas para atender la crisis

Ante la nueva ley de educación nacional, prefiere no hablar de "transición"

Apenas aprobada, la nueva ley de educación nacional ya genera debates y opiniones diferentes sobre su implementación. Si bien para el Ministerio de Educación de Santa Fe, el año que viene será un tiempo de transición y los cambios contemplados en la norma aprobada en el Congreso nacional el 14 de diciembre pasado, se verían recién en el 2008, el secretario general de la Delegación Rosario de Amsafé, Gustavo Terés, tiene otra mirada sobre estos tiempos.

“Más que discutir políticas de transición, hay que debatir políticas educativas que reviertan la profunda crisis educativa a la que estamos sometidos”, dice Terés. Enseguida, explica que esto es esencial para hacerle frente a las necesidades por las que atraviesa la educación pública hoy: “Lo que pierde un chico en términos de escolaridad es muy difícil de revertir, hay generaciones que pagarán costos muy altos más tarde”.

Por eso, el dirigente asegura que el camino no es discutir la transición de una ley a otra, sino “políticas activas que permitan revertir la situación de crisis”. Y para esto propone atender a la formación docente, la recomposición salarial, la solución de los problemas de infraestructura y la creación de los cargos necesarios para asegurar la enseñanza.

Pero también apuntó a la posibilidad de que el año que viene se discuta la ley de educación provincial, al recordar, que cualquier proceso que se abra en este sentido, no deberá descuidar la participación genuina de los maestros y la comunidad en general.

Para Terés es tiempo de que “el movimiento docente y la comunidad educativa reclamen un sustancial aumento del presupuesto educativo, que garantice desde la práctica la igualdad en el acceso a la educación pública”. Y en esto es contundente al pedir que el 6 por ciento del PBI prometido alcanzar al 2010 por la ley de financiamiento, “se destine ya, sin más demora”.

El hecho de que el país ya cuente con una nueva ley de educación nacional no significa olvidar las secuelas de la ley federal. Al menos esto es lo que opina Gustavo Terés cuando apunta las primeras críticas a la norma aprobada hace poco más de una semana: “Debemos preguntarnos quién se hace cargo del desastre que fue la ley federal y cuestionar la hipocresía de muchos funcionarios provinciales que fueron fieles a esta ley y hoy festejan la nueva norma; de lo contrario parece que no pasó nada y no hay responsables políticos de los daños ocasionados a la escuela”.

Además de afirmar que “la participación fue la gran ausente en el debate por la ley”, analiza que “se trató de una manipulación de algo ya acordado”. Entiende que se debió haber discutido previamente qué modelo de país está en juego para pensar luego la ley que regule la educación argentina. “De lo contrario seguiremos frente a una escuela fragmentada, con escuelas para ricos y escuelas asistencialistas para pobres”, advierte.

Según Terés, tampoco se ha hecho nada para “desmantelar el proceso de mercantilización y privatización del sistema educativo”. Como ejemplo cita el crecimiento de las tecnicaturas privadas, los posgrados y postítulos arancelados y el hecho de que “Santa Fe siga siendo una de las provincias que más porcentaje destina a subsidiar la educación privada (19 por ciento)". Finalmente, indica sobre la necesidad de abrir los espacios de participación para democratizar el sistema y tener presente “que cualquier proyecto educativo genuino debe tener como Norte el fortalecimiento de la educación pública”.

Gustavo Terés, de Amsafé Rosario.