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 viernes, 22 de diciembre de 2006  
Carrió acusó de "golpistas" a Duhalde y Alfonsín por el 2001
Dijo que en el Diciembre Negro se montaron en el reclamo de la gente. Grave acusación al hijo de Carlotto

A cinco años del Diciembre Negro, y por primera vez, la diputada nacional Elisa Carrió acusó de "golpistas" a Raúl Alfonsín y Eduardo Duhalde. "Montados en el reclamo (de la sociedad civil) vinieron los golpistas, y los golpistas eran Duhalde y Alfonsín", reprochó la legisladora al recordar los episodios que terminaron con la caída de Fernando de la Rúa. Además, formuló una grave denuncia contra el hijo de Estela Carlotto por el Banco de Datos Genéticos.

"El 20 de diciembre me dejó mucho dolor. Lo obvio, lo real fue denunciado por mí y fui muy fustigada. La sociedad no me escuchó. Lo que era un parto maravilloso terminó con el poder metido para que hubiera sangre", apuntó Lilita al programa En Profundidad, que se emite por Canal 6, de Cablevisión y Multicanal.

"Montados en el reclamo vinieron los golpistas, y los golpistas eran Duhalde y Alfonsín. Lo de la devaluación fue un gran negocio para grandes empresarios y un gran empobrecimiento para la sociedad. Nunca vi un golpe económico de semejante magnitud acompañado por los que hoy están con (Roberto) Lavagna", continuó la chaqueña, quien también recordó: "A mí me llamaban para que fuera ministra o jueza de la Corte. Yo fui testigo de cómo ponían sangre en la calle y abrían la puerta del Parlamento a la madrugada... Los articuladores de la gobernabilidad fueron golpistas de la civilidad bajo la amenaza del miedo. Metieron a la gente a morir en Plaza de Mayo".

Consultada sobre la candidatura de Daniel Scioli a gobernador bonaerense, Carrió trazó un parangón con Carlos Reutemann. "El (por Kirchner) tiene que poner a jugadores que lo odian, como también es el caso del Lole", graficó. Cuando se le preguntó si creía que el santafesino podría llegar a ser candidato a vicepresidente, manifestó: "Y sí, caben todas las posibilidades en un hombre al que yo quiero desde lo personal pero no lo respeto desde el punto de vista político. Con Scioli me pasa lo mismo".

A la hora de hablar de la realidad santafesina, se desentendió del armado del Frente Progresista. "Acá tengo votos propios, la gente me vota a mí como presidenta y a Binner a gobernador. Por eso yo apoyo su candidatura sin pedir nada a cambio. No hay toma y daca", afirmó. A la hora de evaluar que el socialista evita criticar a Kirchner, Lilita justificó que "por eso" lo releva de "cualquier compromiso".

Incluso le restó importancia a la polémica que estalló en el 2003, cuando los aristas denunciaron que el socialismo retaceaba la entrega de boletas que proclamaban a Binner como candidato a gobernador. "Pienso qué es lo mejor para Santa Fe, y punto. La Mesa Carrió presidenta, que es de lo único que puedo hablar, está integrada por Carlos Comi, Pablo Javkin, Susana García y Nire Roldán. Esa es la gente de mi confianza en la provincia. Si el frente santafesino está en manos del ARI local, no tengo problemas. No tengo ganas de meterme en las cuestiones locales: soy candidata a presidenta de la Nación. Los partidos tienen que crecer con su propia responsabilidad. Ojo, son dos campañas en paralelo. La local es independiente de la nacional", arguyó.

Al recordársele que en la primera vuelta de las presidenciales del 2003 resultó la más votada en Santa Fe, Carrió sorprendió: "Retengo el apoyo, pero hoy gana Kirchner, yo estoy segunda. En ocho meses se puede revertir la situación. Tengo que decir la verdad, hoy gana el presidente en Santa Fe".

A la hora de defender la amplitud de pensamiento, se posicionó frente a las críticas que llegan desde la izquierda por un supuesto corrimiento ideológico. "Lo que acá no explica es que la Argentina se parte en republicanismo y antirrepublicanismo, y a nosotros nos ganó el antirrepublicanismo, que fue de derecha y de izquierda. Por eso Menem era antirrepublicano diciendo que era liberal, y Kirchner lo mismo pero diciendo que es de centroizquierda. Ambos son antirrepublicanos y tienen como clientes a los pobres. En los 90, cuando hablaba de distribución del ingreso, me decían setentista y ahora, cuando lo planteo, me dicen derechosa. Pero siempre gobiernan los mismos, tienen más dinero, cada vez se quedan con más plata. Un ejemplo: el escándalo del Banco de Datos Genéticos".

Allí Carrió explicó que "querían convertirlo en un negocio, y sacar la posibilidad de que cualquier chico pueda obtener su filiación. Que el miembro informante haya sido el hijo de Estela Carlotto, al que sus propios compañeros le denunciaron un negociado con algo tan sensible. Esto es la profesionalización de las víctimas, como cuando tuvimos que pagar en el Parlamento una indemnización que les otorgaba a los hijos nacidos en el exilio a razón de 600 mil pesos, cuando una familia exiliada podría haber cobrado 4 millones de pesos. Ahí no hablamos de verdad y justicia, sino de cosas más graves. Cuando se votó el presupuesto se asignó un millón y medio de dólares para algunas organizaciones de derechos humanos, dos millones para otras... Eso es una compra, y es muy doloroso. Porque hay gente que luchó por un país mejor, y ver esta cooptación..."
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"Yo fui testigo de cómo ponían sangre en la calle y abrían la puerta del Parlamento".



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