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viernes,
22 de
diciembre de
2006 |
Elevan a juicio
la causa por el
robo millonario
al Banco Río
Buenos Aires.- El equipo de fiscales que investigó el denominado "Robo del siglo", cometido hace casi un año en el Banco Río de Acassuso, elevó ayer la causa a juicio oral y estableció que el botín fue de "al menos 8 millones de dólares", de los que se recuperaron sólo un millón y medio. Es decir un 18 por ciento del total.
Los acusados, que actualmente cumplen prisión preventiva, son el presunto líder de la banda, Luis Mario Vitette Sellanes, alias Marito o Uruguayo, de 51 años; Rubén Alberto de la Torre, alias Beto, de 52; y José Julián Zalloechevarría, alias el Gordo Julián, de 49. En tanto, pese a la oposición de los fiscales, Fernando Araujo, de 38 años, está bajo el régimen de prisión domiciliaria y Sebastián Norberto García Bolster, alias Marciano o Ingeniero, también de 38, goza de libertad por la prisión preventiva morigerada.
Si bien se llegó a hablar de un botín que podía ascender a los 15 millones de dólares, en su requerimiento ante el Tribunal los fiscales afirmaron que, de las 145 cajas de seguridad saqueadas, los ladrones se apoderaron de "al menos 8 millones de dólares". El fiscal Jorge Ariel Apolo aseguró que, "de ese dinero, se recuperó sólo el 18 por ciento, alrededor de un millón y medio de dólares". El funcionario judicial agregó que también se recuperaron "cinco kilos de las joyas robadas y cinco autos y un departamento que habían comprado los acusados con el botín".
Al describir el hecho, los fiscales puntualizaron que el robo comenzó a las 12.38 del 13 de enero cuando dos hombres, Vitette y un cómplice que está prófugo, accedieron al garaje del banco en un Ford Escort robado. Pocos minutos después, por la puerta principal del banco entraron armados Alberto de la Torre y un muchacho de "camisa salmón" (los fiscales creen que es su hijo Gastón de la Torre, nunca detenido por el caso). El quinto hombre, Araujo, fue el último en ingresar y el encargado de cerrar la puerta.
Tras ello, los asaltantes obligaron a salir de la casamata de seguridad al policía Walter Serrano, lo desarmaron, se apoderaron de su equipo Nextel para entablar las negociaciones y lo liberaron. Mientras tanto, 23 personas (entre empleados y clientes) fueron mantenidas como rehenes y tanto la jefa operativa como el contador de la sucursal fueron obligados a abrir el tesoro de donde robaron 600 mil pesos. (Télam)
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