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miércoles,
15 de
noviembre de
2006 |
Una tormenta de granizo destrozó miles de vidrios en Rosario
Rosario.- Una tormenta de granizo se desató con furia poco después de las 17.30 sobre Rosario, ocasionando destrozos y colapsando las líneas telefónicas. Las piedras de hielo que se precipitaron, de importante tamaño, rompieron vidrios de las viviendas y de los automóviles.
Minutos después de las 17.30, luego de la temperatura agobiante que sufrieron los rosarinos ayer y en la tarde de hoy, las nubes invadieron rápidamente la ciudad y la luz natural casi desapareció, dejando a la ciudad virtualmente “de noche”. Se desató entonces una tormenta de proporciones, que incluyó fortísimas ráfagas de viento y piedras de granizo, algunas de las cuales llegaban a los 10 centímetros.
Incontables automóviles que se encontraban en la calle sufrieron roturas de cristales y en muchos hogares los vidrios no soportaron los golpes del granizo, que azotaron sin cesar durante algo más de diez minutos.
Una vez concluida la lluvia de granizo fue imposible comunicarse telefónicamente con buena parte de la ciudad, y hasta una hora después continuaba colapsado el servicio de telefonía celular, aunque podían enviarse algunos mensajes de texto. En algunas zonas de la ciudad, incluida parte del microcentro, también se produjeron cortes en el suministro de energía eléctrica.
A lo largo y a lo ancho de la ciudad el panorama era similar: vidrieras destrozadas, algunas chapas agujereadas y la mayoría de los automóviles que quedaron en la calle con los cristales rotos. Casi ningún vehículo a la intemperie se salvó de la furia de la tormenta. Gran cantidad de hojas y ramas caídas y pájaros muertos terminaban de redondear la instantánea.
Pese a que el Servicio Meteorológico anunció que las precipitaciones continuarán mañana y pasado, apenas pasadas las 18 la lluvia cesó y comenzó a despejarse el cielo, incluso dejando ver algunos rayos de sol.
El pronóstico había anunciado para esta tarde lluvias y tormentas fuertes, localmente algunas de las cuales podían acarrear lluvias copiosas, ráfagas de viento y ocasional caída de granizo.
El alerta meteorológico también incluía a la provincia de Buenos Aires, aunque con precipitaciones y tormentas de menor intensidad. En la ciudad de Buenos Aires comenzó a llover aproximadamente a las 18.15.
En algunas ciudades aledañas a Rosario la tormenta casi ni se sintió. En Beltrán un árbol cayó en la vía pública, sin que se produjeran heridos, y en San Lorenzo apenas se registró un poco de viento, aunque ni siquiera hubo precipitaciones. En Casilda, Arequito, Roldán y Funes la tormenta no llegó a tener la magnitud que alcanzó en Rosario, aunque los campos sembrados probablemente se vean afectados por el granizo.
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Fotos
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Una calle del centro y la plaza Montenegro, irreconocibles.
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