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sábado,
11 de
noviembre de
2006 |
Avance. El aparato puede soportar los ácidos y enzimas presentes en el órgano humano
Crearon un estómago artificial para entender la digestión
Científicos ingleses pudieron incorporar a la simulación los factores psicológicos y las contracciones fisiológicas
Científicos británicos han construido el primer estómago artificial con el que pretenden entender mejor los mecanismos de la digestión humana. Con plástico y metales capaces de soportar los efectos corrosivos de los ácidos y las enzimas presentes en los humanos, el aparato podría ayudar al desarrollo de alimentos especiales que puedan evitar la obesidad, haciendo creer al órgano que está lleno.
"Han abundado los modelos sobre la digestión", dijo el doctor Martin Wickham, del Instituto para Investigaciones Alimenticias de Norwich y principal diseñador del proyecto. Al contrario que los experimentos anteriores, el modelo de Wickham incorpora los elementos psicológicos de la digestión, incluyendo las contracciones del estómago que descomponen los alimentos y los movilizan a través del aparato digestivo. Además, ha captado la atención de las empresas comerciales.
Una empresa desea utilizarlo para comprobar si una galleta puede aportar un nutriente específico en el intestino delgado. Otro grupo quiere determinar si los elementos contaminantes del suelo, que potencialmente podrían ser ingeridos por los niños cuando juegan fuera de sus casas, son absorbidos por el cuerpo.
Simula reacciones orgánicas
El modelo está centrado en las reacciones físicas y químicas que tienen lugar en el estómago y promete aportar un conocimiento más detallado de la estructura de los alimentos y su impacto en la digestión. "Es un medio importante que nos permitirá entender lo que sucede en el aparato digestivo, que esencialmente ha sido como la caja negra" de los aviones, afirmó el doctor Peter Ellis, especialista en bioquímica de la universidad londinense King's College, y que no estuvo relacionado con el proyecto.
Otros modelos artificiales del estómago ignoraron mayormente la relación entre la estructura de los alimentos y la digestión, según Ellis. El modelo, financiado públicamente, costó 950.000 libras esterlinas (1,8 millón de dólares). (AP)
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Fotos
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El aparato está construido con plástico y metales.
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