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 sábado, 11 de noviembre de 2006  
Contradicciones y debate

—¿Hay contradicciones internas sobre el accionar de estos especialistas?

—Ciertamente una parte del campo intelectual de la educación tuvo un papel central en la elaboración e implementación de las políticas de reforma, pero este no es un fenómeno solamente argentino, sino que es factible percibirlo en toda la región. No obstante, creo que el caso nacional presenta una particularidad que se relaciona con los cambios en la política, la tecnoburocratización, pero también con la declinación de los “intelectuales de partido”. Si bien en la Argentina el vínculo de intelectuales y partidos políticos siempre fue conflictivo, si uno lo compara con los casos de Chile, Uruguay y Brasil, hasta los años '60 los partidos mayoritarios y las izquierdas en nuestro país contaban en sus filas con intelectuales y especialistas que generaban ideas y nutrían de cuadros. Pero este débil vínculo termina de disolverse en los ´90, generando un doble proceso de una disponibilidad política de especialistas, y una “mercantilización” de las actividades intelectuales que se manifiesta en la emergencia de un mercado profesional de venta de servicios de consultoría, asistencia técnica y producción de investigación orientada a la generación de políticas. La convergencia de estos procesos claramente profundiza las contradicciones al interior del campo intelectual de la educación haciendo cada vez más borroso los posicionamientos políticos e intelectuales. Basta mirar el recorrido de Filmus, secretario de educación de la ciudad de Buenos Aires con Grosso en los ´80 y con Ibarra en el 2000, y ahora ministro de Kirchner, o Tedesco, director del Iipe (Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación), y actual funcionario ministerial. También Adriana Puiggrós, diputada por el Frepaso y crítica de las reformas de Decibe, como directora de escuelas de la provincia de Buenos Aires. La mercantilización del trabajo intelectual genera movimientos de pasaje de ideas e individuos que marcan contradicciones que no necesariamente se asientan en posicionamientos político-ideológicos, sino en una trama más compleja de intereses.


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