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 miércoles, 08 de noviembre de 2006  
Catamarca marchó en silencio por el homicidio de una joven
Una multitud pidió Justicia por el asesinato de Rocío Ubilla y recordó el brutal crimen de María Soledad Morales

Catamarca.- Una marcha de silencio para reclamar justicia por el crimen de la adolescente Rocío Ubilla, cuyo cadáver apareció en un descampado el sábado último, se realizó ayer en esta capital. Así, las movilizaciones volvieron a vestir las calles de la ciudad después de 10 años, cuando la gente caminaba con velas en sus manos para pedir que se investigue y castigue a los culpables de la violación y el asesinato de María Soledad Morales.

Rocío tenía 15 años y su vida se dividía entre el estudio y el modelaje de ropa para una pilchería. El 30 de octubre, seis días después de su desaparición, fue encontrada sin vida en un descampado cercano a su vivienda, en el barrio Santa Marta. Por el hecho fue detenido horas más tarde el policía Manuel Páez, vecino de la joven y a quien varios testigos vieron con ella por última vez.

La caminata silenciosa de ayer se realizó alrededor de la Plaza 25 de Mayo, frente a Casa de Gobierno, y finalizó con una oración en la catedral Nuestra Señora del Valle, el espacio que entre 1990 y 1997 albergó el reclamo por el esclarecimiento del crimen de María Soledad. La diferencia entre este caso y aquél es que, ahora, la Iglesia Católica participó institucionalmente a través del vicario general del Obispado, Moisés Pachado, en tanto que por el crimen de María Soledad sólo intervino activamente la monja Marta Pelloni. El segundo en la jerarquía eclesiástica catamarqueña pidió durante el acto de ayer al responsable del asesinato que "admita la culpabilidad, se arrepienta y asuma la pena" que le corresponde. "Queremos justicia, es todo lo que queremos", manifestó por su parte Ivana Ubilla, madre de víctima y anticipó que la marcha se repetirá hasta que el crimen sea esclarecido.

La marcha, de la que participó Ada Rizzardo, madre de María Soledad, contó con una presencia mayoritaria de alumnos del Colegio Nacional y la escuela Naciones Unidas, establecimientos a los que había concurrido Rocío.

Ada expresó que "hay muchos jueces que no estuvieron el lo de Sole y ahora están y espero que ahora se pongan bien los pantalones y hagan justicia porque Ivana necesita justicia para su hija y Rocío para descansar en paz".

La madre de María Soledad manifestó también su deseo de que "algún día haya un arrepentido y digan la verdad, porque aquí hay muchos encubridores que caminan libremente por las calles de Catamarca como si nunca hubieran hecho nada", manifestó. "Espero que se pueda hacer justicia, para Rocío y para mi hija", concluyó. (Télam)
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