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miércoles,
08 de
noviembre de
2006 |
Un espacio destinado a saber cuándo llegaron los abuelos
En el stand que la Dirección de Migraciones tiene en Colectividades ya se registraron 700 consultas
Emoción, sorpresa, alegría. Estos son los sentimientos que despierta en la gente el hallazgo de datos acerca del origen familiar, suministrados en el stand de la Dirección Nacional de Migraciones que forma parte del Encuentro de Colectividades. Un servicio gratuito que se ofrece por tercera vez en el Parque Nacional a la Bandera y que atrajo el año pasado a 5 mil personas, y en esta edición ya recibió hasta el sábado 700 consultas. Se trata de un banco de datos que contiene los registros de egresos e ingresos pertenecientes a esa dirección y que fue informatizado por el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos (Cemla).
Se empezó ofreciendo este servicio sólo durante el fin de semana, pero el interés de los rosarinos fue tan grande que los impulsores pasaron a brindarlo todos los días de Colectividades. Y hubo jornadas en las que los visitantes tuvieron que realizar cola para ser atendidos.
Quienes consultan deben dar algún dato como el nombre, apellido, nacionalidad, una fecha estimada de ingreso al país, y empieza el rastreo en la computadora. La base de datos abarca los años entre 1882 y 1929, y contiene información acerca de los arribos de los buques con inmigrantes al puerto de Buenos Aires. Están registrados nombres, apellidos, buque, puerto en el que zarpó el barco, nacionalidad, edad, estado civil, profesión, religión, ciudad de nacimiento, año de ingreso al país y familia.
"Nos visitan personas de todas las edades. Viene gente grande para averiguar el ingreso al país de sus padres, y se emociona mucho cuando encuentra la información. También pasan quienes están interesados en obtener una doble ciudadanía y piden datos acerca de dónde nacieron sus abuelos. Mayormente consultan por apellidos de origen italiano y español", contó Claudia Contreras, a cargo de la coordinación del servicio.
Aunque, "por la fuerte inmigración europea existente en el país también están los que preguntan por apellidos alemanes, húngaros, croatas y rusos, entre otros", añadió.
El resultado de la búsqueda no siempre es satisfactorio. A veces se puede complicar, ya sea porque el inmigrante no se registró o porque el apellido está mal escrito, entre otras causas.
Para facilitar el trámite se les pide a quienes visitan el stand que vengan con algún dato como puede ser la fecha de ingreso al país.
En general no hay problemas con los apellidos menos comunes, pero cuando se trata de otros más habituales, como Rodríguez, García o Basualdo, la tarea de los coordinadores del servicio ya no es tan sencilla. En caso de dudas se le imprime al interesado un listado con un mismo apellido para que estudie en su casa cuál puede ser el de su interés.
"La gente se emociona y se va contenta cuando encuentra la declaración de su familia al ingresar al país. A veces los hijos preguntan por sus padres y encuentran el registro de ellos mismos cuando tenían tres meses de edad, y se llevan su certificado de arribo", contó Contreras.
Pero no sólo rosarinos se acercan al espacio de Migraciones, sino también extranjeros de visita en la ciudad. "Los otros días pasó un mexicano y se quedó asombrado con el trabajo que se tomó el Estado de registrar todos estos datos", agregó.
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