Luego de los 4 goles eligieron empatar

Luego de los cuatro goles que marcaron ayer Chicago y Gimnasia para regalarle al público un emotivo 2 a 2 parcial, los protagonistas prefirieron no seguir tomando riesgos y acordaron sin firmarlo un pacto de no agresión hasta el pitazo final de Sergio Pezzotta. Ambos elaboraron la teoría que reza: "Si no se puede ganar, al menos hay que empatar". La chatura se apoderó del trámite y por ello el marcador no sufrió más alteraciones. El conformismo de los dos equipos se tradujo en descontento para los de afuera, quienes hasta entonces estaban bastante entusiasmados. El empate terminó siendo un castigo para ambos porque no logran despegar de la mediocridad.