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 miércoles, 27 de septiembre de 2006  
Llegó a la Argentina la vacuna contra el rotavirus

Ya se encuentra disponible en Argentina la nueva vacuna contra el rotavirus, primera causa de diarrea severa en bebés y niños. La comunidad científica está exultante y no es para menos, ya que está comprobado que el virus va a infectar al menos una vez a los niños en sus primeros cinco años de vida. "La infección es muy común, lo que no significa que van a tener un cuadro grave pero sí, que quedarán expuestos al virus al menos una vez en la vida", advierte el doctor Miguel O' Ryan, facultativo de la Universidad Nacional de Chile y especialista en infecciones pediátricas, que estuvo en Rosario para la presentación de la vacuna.

La primera infección, que ocurre por lo general en el niño de menos de un año, resulta ser muy severa; las siguientes, en el caso de existir, son más leves porque el organismo desarrolló defensas contra el virus. "La infección es muy severa y democrática", apunta el médico. "No hace diferencias entre países pobres e industrializados", y aclara que la propagación del rotavirus no está relacionada con la sanidad ambiental ni tampoco con la calidad y pureza del agua.

Hoy el virus suma 20 mil hospitalizaciones al año, y 600 mil muertes, y si bien O'Ryan reconoce que los decesos tienen lugar en los países más pobres, esto se debe a que luego de la diarrea brusca, los niños no son rehidratados a tiempo.

El rotavirus actúa produciendo una infección en el intestino del niño, que produce vómitos y fiebre, y ocasiona además una mala absorción de los alimentos. "La diarrea que sobreviene es del tipo secretoria, se pierde sodio y potasio rápidamente, y es de alto impacto", advierte.

El camino de la vacuna

El camino que llevó a la obtención de la vacuna comenzó cuando los estudios confirmaron que la infección natural tiende a concebir a la vez defensas. "Vimos entonces la posibilidad de hacer una vacuna que actúe de ese modo, pero que no cause daño", señala el médico. "No llega a producir la enfermedad, pero sí simula una infección mediante virus atenuados, muertos o en trozos", explica O'Ryan.

Rotarix, nombre comercial de la vacuna, se realizó con un virus atenuado extraído de un paciente de EE.UU., replicado luego en el intestino de un niño.

El médico aclara que no existen riesgos de que el virus se vuelva más fuerte al inmunizar a la población: "Ese es un concepto popular, no tiene ningún fundamento científico", dice. "El estudio más importante en cuanto a la efectividad de la vacuna se efectuó en 11 países de Latinoamérica y fue el que sustentó su licencia a escala mundial", agrega.

La anterior vacuna lanzada en 1998 (rotachild), debió retirarse del mercado porque originó el efecto adverso, la llamada "imaginación intestinal", que produce obstrucción intestinal.

La eficacia de la vacuna se sustenta en estudios que indican que ya logró disminuir el 85 por ciento del porcentaje de hospitalización por rotavirus en los países donde se aplicó, y que también protege en forma cruzada para la mayoría de los serotipos del virus.
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