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miércoles,
27 de
septiembre de
2006 |
Devastador. Desigual combate contra el fuego, que es avivado por el viento y la sequía, y destruyó una 1.200 hectáreas
Un incontenible incendio forestal avanza
en las sierras del oeste y norte cordobés
Las llamas se extienden a través del valle de Punilla y en el norte. Hay más de 350 evacuados. Falta gasoil
Los incendios forestales que afectan vastas zonas del norte y oeste de la provincia de Córdoba desde el fin de semana provocaron la evacuación de más de 350 personas, mientras las llamas avanzan en forma descontrolada favorecidas por las altas temperaturas, los fuertes vientos del noroeste y la sequía que castiga a toda esa región.
Unas 1.200 hectáreas resultaron afectadas por el incendio forestal, que comenzó anteayer en el barrio La Mandinga de Cosquín y que anoche se extendía peligrosamente a Bialet Massé, Santa María de Punilla y La Calera, según estimaciones oficiales.
El foco principal de los incendios se ubica en el departamento de Punilla, en el oeste provincial, en especial entre las localidades de Cosquín y Bialet Massé, y desde allí se extendió por la tarde hacia las localidades de Santa María de Punilla y La Calera.
En esa zona el frente del fuego es de un kilómetro de ancho, con un flanco derecho de siete y el izquierdo de cuatro, mientras que la situación más preocupante se encuentra en la zona del Balcón del Lago, donde se debió evacuar a cinco familias cuyas viviendas estaban a 600 metros del fuego.
Las llamas superaron las cimas de los montes, que en esa zona tienen alturas promedio de 400 metros, y pasaron al otro sector de sus laderas, ya en jurisdicción de la localidad de La Calera, a 22 kilómetros de Córdoba.
El jefe de bomberos de La Calera, Enrique Riel, dijo que "un frente de fuego llegó a siete kilómetros de esta ciudad" y precisó que puso "a toda la gente del cuartel a controlarlo", pero "horas después se tornó incontrolable por el viento reinante".
Los vientos, que por momentos alcanzan los 25 kilómetros por hora, dificultan el accionar de los aviones hidrantes y helicópteros cuyos pilotos deben operar con gran destreza para asistir a los bomberos.
Las llamas están aproximándose también a la localidad de Playa de Oro, donde los vecinos se están evacuando, según confirmó la policía.
Evacuaron a los 324 pacientes
En Santa María de Punilla fueron evacuados los 324 pacientes del hospital colonia Santa María.
El gobernador cordobés, José Manuel De la Sota, confirmó anoche a radio Cadena 3 que los 324 pacientes evacuados "están perfectamente cuidados" y "todos bien".
"Están todos los integrantes de nuestro equipo de Salud brindándole la atención conjuntamente con el personal médico, paramédicos, enfermeras de la propia colonia", dijo.
De la Sota explicó que "la prueba de que no hay peligro es que fueron llevados a sólo 500 metros de distancia, a nuestra colonia de turismo de vacaciones donde tenemos 500 plazas, van a estar perfectamente atendidos y cuidados", añadió.
El secretario de Información Pública, Marcelo Falo, dijo que de todos modos "la situación es mejor que ayer (por el lunes)", porque "hay menos viento y el fuego se propaga más lento", sobre todo en el sector de Santa María de Punilla y Bialet Massé.
En forma preventiva, unas cinco familias fueron evacuadas ayer al mediodía en Bialet Massé, y la misma medida debió aplicarse en una escuela que tuvieron que abandonar unos 45 alumnos y cinco profesores.
Por la tarde, un número todavía no precisado de familias fueron evacuadas de las inmediaciones de la iglesia de San Plácido, que era peligrosamente amenazada por las llamas.
En tanto, apareció ayer un joven de 27 años, identificado como Cristian Castro, de quien no había noticias desde anteayer, cuando se había sumado como voluntario para apagar el fuego en el valle de Punilla.
Por su parte, el presidente de la Agencia Córdoba Ambiente, Horaldo Senn, estuvo reunido ayer a la tarde en Santa María de Punilla con las autoridades del III Cuerpo de Ejército, con el objetivo de delinear las estrategias del operativo de combate al fuego.
Más de 600 bomberos y voluntarios trabajan para combatir las llamas apoyados por aviones y helicópteros hidrantes pertenecientes a los planes nacionales y provinciales de manejo del fuego, pero su accionar se ve dificultado por las condiciones climáticas y la inaccesibilidad de la zona.
Otro gran frente de incendio se registra en el departamento de Deán Funes, en el norte provincial, con numerosos focos activos desde el sábado, que todavía se mantienen lejos de los asentamientos urbanos.
En las últimas horas se activó otro foco de incendio en el departamento de Tulumba, en el norte provincial, cuyos focos se encuentran al noreste de Deán Funes, entre la ruta provincial 18 y los caminos que unen Santa Cruz, Orcosuni y San Pedro Norte.
Allí trabajan más de 100 bomberos voluntarios cuyo accionar se vio demorado por la falta de gasoil para las autobombas, mientras los diferentes focos activos se encuentran ubicados en una zona de sierras inaccesible por tierra, con abundante vegetación nativa.
Uno de los frentes se ubica sobre el Cerro San Vicente, en cercanías de la localidad de Deán Funes, y los bomberos informaron que hasta el momento el fuego está alejado de la zona urbana, por lo que no hay riesgo de evacuaciones.
Un avión del Plan Provincial de Manejo del Fuego asiste a los bomberos y sirve de nexo ya que en la zona no hay ningún tipo de sistema de comunicación que funcione. (Télam y DyN)
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Imparable. El fuego arrasó una zona de Santa María de Punilla.
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