|
domingo,
17 de
septiembre de
2006 |
Opinión
Scarabino, Rodenas y el socialismo
Luis Alberto Yorlano
Después de una semana y de un sondeo sobre el acto electoral y escrutinio final, muchas fueron las respuestas sorprendentes que obligaron a profundizar lo sucedido el último domingo en el Gigante. Hoy, después de un serio trabajo de consultas, la lectura que dan los números son muy distintos que la realizada el día después del escrutinio final. Porque ni Rodenas hizo una mala elección, ni el movimiento Crece es dueño de los votos conseguidos.
Si repasamos la cantidad de sufragios obtenidos por las tres listas, observaremos que el que tuvo los votos genuinos fue la gente que apoyaba a Rodenas, mientras que Scarabino, de acuerdo a la cifra del domingo, había obtenido 3.005, estaba dentro de la lógica, no olvidemos que el oficialismo siempre tiene un piso de 2.000 votos. ¿Qué pasó entonces? Aquí hay que señalar el hecho más importante. Los votos del movimiento Crece son los llamados votos castigo.
Castigo para la gente que acompañaba a Rodenas, participantes de comisiones anteriores, y los que no querían saber nada con Scarabino. De acuerdo a la consulta, estos arrojarían un 70 por ciento de los 2.243 sufragios, es decir los votos genuinos serían 763. Si la decisión de los votantes a este grupo fue apresurada, de acuerdo a las consultas, su futuro sería bastante incierto.
Ahora bien y esto es muy importante. Si ahora se dieron cuenta muchos de los que lo apoyaron, que el origen de este movimiento se habría producido en el seno del socialismo y su intención habría sido politizar a la institución, cuánto daño le habrían hecho al club si esto fuese así. Que imprudencia habrían cometidos los socios, que sin conocer esas intenciones, politizar a una de las instituciones más futboleras de la Argentina.
Sobre esto recordemos que el club ya estuvo politizado, cuando después de la proscripción al partido peronista realizada por la llamada Revolución Libertadora del año 1955, por el peronismo y no le hizo nada bien, y ya nadie quiere ver la política dentro de los clubes de fútbol.
El club debe ser de los socios y no de personas con otras intenciones. Unos de los grupos, llamado Mística Canalla, le habría retirado el apoyo por este motivo. El socialismo, como los otros partidos políticos que existen en el país, es saludable para mantener y defender la democracia, pero nada tienen que hacer en los clubes de fútbol. Basta de los aprovechamientos de estas instituciones, generadores de pasiones y sentimientos. Que aprendan que los votos castigo, siempre benefician a alguien.
Scarabino en las elecciones pasadas ganó por los votos castigos, y muchos seguramente lo beneficiaron, y seguro que se arrepintieron de haber votado de esa manera, porque la gestión fue muy pobre. El presidente tiene una nueva gran oportunidad. Debe trabajar sin odio y olvidarse de hablar de lo heredado, ahora recibe un club que estuvo 4 años bajo su mando. Si es cierto, como asegura, que Central es su vida, vaya a la búsqueda de la gente seria que usted le cerró las puertas. Los dejó sin palcos bien pagos para que se sienten gratuitamente los que no tienen nada que ver con la vida del club. Venda bien las cocheras, no las regale a los adulones y aprovechadores de turno.
Scarabino está ante una gran oportunidad. O termina aplaudido en reconocimiento a la gestión o no llega al fin de su mandato. Hace una semana sus seguidores le cantaron "con Scarabino la vuelta vamos a dar". No lo olvide. Le han abierto un nuevo crédito, no lo desaproveche. l
enviar nota por e-mail
|
|
|