Los estrenos bajo la lupa de Escenario

"Terror a bordo": Excesos de participación
Calificación: 3 estrellas
Intérpretes: S. Jackson y N. Phillips.
Dirección: David Ellis
Género: Acción
duración: 105 minutos
Salas: Monumental, Del Siglo, Showcase y Village Cines.

De entrada usted ya sabe que alguna víbora va a picar al personaje más tierno, más estúpido, más simpático o más odioso, que "Terror a bordo" va a terminar en un canal de cable en un ciclo de cine berreta pero promovido como "bizarro". Cuando ya se pensaba que el esquema "catástrofe aérea-pasajeros rehenes-complot", estaba casi agotado, nada más y nada menos que con la participación del propio público que a través de mails fue construyendo la trama, este filme narra la aventura de un policía que acompaña durante un vuelo a un testigo protegido a quien un asesino intenta matar soltando toda clase de ofidios dentro del avión. Sería bueno determinar cuáles escenas sugirió el público y cuáles el guionista, porque algunas de ellas hacen dudar tanto del valor de la participación popular en el arte como del estado psíquico del autor. Samuel Jackson trabaja en el filme; si actúa es otro tema, pero así y todo el filme tiene buen ritmo y entretiene siempre y cuando no se tengan ni mayores ni menores pretensiones.

U. G. Mauro / Escenario

"La dama del agua": un cuento con poca magia
Calificación: 2 estrellas.
Intérpretes: P. Giamatti y B. Dallas.
Director: M Night Shyamalan Género: Suspenso.
Salas: Monumental, Del Siglo, Showcase, Village Cines.

El vuelo hacia el terreno de lo fantástico puede ser algo maravilloso o un salto al vacío. Night Shyamalan, aquel director que deslumbró con “Sexto sentido” y se fue en amagues con “La aldea”, no aporta nada interesante a su carrera con esta película. Es la historia de un portero de un edificio (un exquisito Paul Giamatti), cuya vida toma un rumbo impensado cuando aparece en su departamento una “narf” surgida de lo más profundo de una pileta de natación. La misteriosa joven lo involucra en un laberinto de fantasías, donde conviven monstruos que no asustan, a lo largo de un cuento que se mueve sin escalas entre lo complejo y lo obvio. La trama se conduce hacia una posición heroica del protagonista —quien carga sobre sí con un terrible drama familiar— y está destinado a conectarse con lo sobrenatural para darle un poco de sentido a su vida plagada de soledad y rutina. El director, vuelve a dejar cabos sin atar, también equivocó el camino al repetir fórmulas estéticas manidas en el género.

Pedro Squillaci / Escenario

"La condesa blanca": el impulso de las pasiones
Calificación: 3 estrellas.
Intérpretes: Ralph Fiennes, Natasha Richardson y Vanessa Redgrave.
Dirección: James Ivory.
Género: drama.
Salas: Del Siglo, Showcase y Village Cines.

El director James Ivory, autor de obras sobrias como “Lo que queda del día” y “La mansión Howard”, enfoca su cámara con la precisión que mostró en ocasiones anteriores, pero en ambientes más apacibles. Esta vez lo hace en el ambiente cargado de tensiones de la China de fines de la década del 30. Ralph Fiennes interpreta a un diplomático estadounidense que se enamora de Sofía, una condesa rusa en el exilio que se gana la vida bailando y que interpreta Natasha Richardson. Los personajes, que conservan rasgos similares a los de sus anteriores filmes —sensibilidad, elegancia y también una dosis de conciencia casi optimista sobre el sinsentido de la vida— son introducidos en una trama donde confluyen el amor y las intrigas políticas. La realidad política y social no les ofrece demasiadas posibilidades de desarrollar sus deseos, pero el singular escenario donde conviven parece a punto de estallar y eso funciona como un impulso para arriesgar y llevar los deseos al límite.

Rodolfo Bella / Escenario

"La última víctima": con muy poca adrenalina
Calificación: 2 estrellas.
Intérpretes: Julian Morris, Lindy Booth y Jon Bon Jovi.
Dirección: Jeff Wadlow.
Género: terror.
Salas: Showcase, Del Siglo, Village Cines y Monumental.

Si uno le quiere encontrar algún tipo de utilidad a la hora y media sentado en la butaca, “La última víctima” es una amenaza para que los escolares dejen de chatear y se concentren en sus estudios. Una película que no tiene puntos fuertes, aunque tampoco se trata de un despropósito total. La historia se inserta a través de Owen, un joven que ingresa en ese colegio obligado por su conducta rebelde. El joven logra la amistad de sus compañeros quienes planificaron un juego de la mentira, en el que cada noche uno de ellos deberá hacerse pasar por lobo y eliminar a alguien. El juego se convierte en realidad, trágica y sangrienta, a partir del asesinato de una alumna encontrada degollada en el parque del colegio. Sólo el comienzo de las andanzas de un despiadado asesino serial de pasamontañas naranja que dejará tras de sí un tendal de muertos. Lástima, que la película —un espejo pobre de “Scream”— se convierte en un rompecabezas con elementos reiterados y muy poca adrenalina. La perla: Jon Bon Jovi como profe de periodismo.

José L. Cavazza / Escenario