Una marcha maravillosa

Fue maravillosa la concurrencia a la marcha de Blumberg, los mensajes (especialmente el del rabino) y el entusiasmo de la gente que, superando las lógicas preocupaciones por las amenazas veladas del gobierno y de los piqueteros, se presentó masivamente por decenas de miles de jóvenes, ancianos, pudientes y humildes, sin distinciones. Fue un éxito total y una advertencia al gobierno autoritario: no todos los argentinos son corderos e indiferentes; no necesitamos ni ómnibus ni choripanes para concurrir a defender nuestros derechos, nuestras instituciones y la Constitución. Quiero agradecer en especial al piquetero D'Elía, por su intento fracasado de bloquear el acto, que dio más relevancia y significación al mismo. Y quiero destacar la cobarde actitud de Pérez Esquivel, que se borró cuando vio el fracaso de D'Elía, sin subirse al carro de las huestes perdedoras.

Pedro Bollo, DNI 5.319.374