
|
miércoles,
16 de
agosto de
2006 |
El regreso al
norte de Israel
Nahariya. - La congestión de autos fue la señal más clara de que una de las ciudades golpeadas por los cohetes de Hezbolá en el norte de Israel estaba ayer recuperando lentamente la normalidad. El estruendo de los camiones del ejército que recorrieron durante tres días la principal avenida de Nahariya, un lugar del mediterráneo muy frecuentado en vacaciones, fue reemplazado tras el cese del fuego del lunes por autos llenos de personas que regresaban a la ciudad.
"Estoy contento de haber partido, pero estoy incluso más feliz de regresar", dijo Shimon Chen, de 30 años. "El gobierno nos dice que regresemos al norte, pero no estoy muy confiado del cese del fuego. Sin embargo, en algún momento, debemos regresar a nuestras rutinas diarias", agregó. Chen pasó el último mes en un campamento que Israel preparó para los habitantes del norte que buscaban refugio contra los ataques diarios de cohetes Katiusha lanzados desde el Líbano.
Más de la mitad de los 50.000 habitantes de Nahariya abandonaron la ciudad después de que comenzaron los ataques. Muchos, como Penny Ramazor, de 76 años, se quedaron con familiares en el sur, lejos de la línea de fuego. "Me dolía el corazón al ver los cohetes cayendo por la televisión. He vivido en el norte durante toda mi vida y esta es la primera vez que tuve que partir", dijo Ramazor, que regresaba desde la casa de su nieta cerca de Tel Aviv.
En una escena que se repitió a lo largo del norte de Israel, los supermercados, tiendas y cafés reabrieron en Nahariya, a 10 kilómetros de la frontera con el Líbano. Un flujo constante de familias que regresaban a casa llenaba la estación de trenes.
enviar nota por e-mail
|
|
|