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sábado,
12 de
agosto de
2006 |
Viajeros del tiempo
El cacique Namuncurá. Por la ley 3.092 se concedió al cacique Namuncurá una fracción de 20.000 hectáreas en Neuquén para que se estableciese con su tribu. Pero el cacique parece que encontró estrechos sus dominios, por lo que acudió al ministerio de Agricultura solicitando la cesión de todo el campo fiscal de la sección 33 de dicha gobernación. El ministro, doctor Torino, ha decretado acusando recibo a la petición y declarando que las veinte mil hectáreas acordadas deben bastar a las necesidades de la población de color que rinde pleitesía al cacique Namuncurá.
Hasta dónde lleva el fanatismo religioso. En la estancia "La Nena", en jurisdicción de Pergamino, se cometió el 18 del corriente un bárbaro crimen que tuvo como protagonista a dos turcos vendedores de baratijas, y con una ferocidad y sangre fría que revela hasta dónde puede llevar el odio y el fanatismo religioso. Notificada del suceso la policía de San Nicolás, procedió a detener al asesino, quien fue conducido a dicha población conjuntamente con los despojos de su víctima. Llegados allí, el cuadro que se presentó a la vista de los uniformados fue desgarrador. La víctima había sido primero degollada en circuito y luego un feroz hachazo le había separado la cabeza del cuerpo. Pero eso no era todo. Aquel montón informe de restos humanos presentaba una gran esquimosis en la región temporal izquierda, las orejas estaban en un estado lastimoso, como si se hubiera tironeado de ellas con la intención de arrancarlas de cuajo, tenía una puñalada en la espalda que le había interesado el pulmón derecho, el dedo pulgar de la mano derecha pendía de un hilo por la extremidad superior del metacarpo y la palma de la mano derecha estaba en carne viva. La víctima había sido un hombre de unos cincuenta años, de estatura mediana, blanco, calvo, de facciones regulares, y usaba el bigote y la barba recortados. Su matador es Araum Kove, un hombre vigoroso de 28 años de edad, de gran talla y musculatura prominente. Preguntado Kove sobre lo sucedido, respondió a gritos como para ser oído por todo el mundo, que cuando estaba haciendo también él su comercio de baratijas se encontró con su víctima, a quien no conocía ni de nombre, en las inmediaciones de la casa de José Gambeta. Cuando ambos se aproximaron a la misma con el fin de ofrecer sus mercancías, Kove se enteró de que su acompañante, turco como él pero no cristiano, era primo del que había dado muerte a su primo, cristiano como él, cortándole la cabeza hacía unos diez días en el partido de Chivilcoy. Fue entonces que tomó la resolución de vengar a su familiar y de la misma manera en que éste había sido muerto: concluído su comercio se dirigieron ambos hacia un arroyo próximo, donde llevó a cabo su funesto designio. Y agregó el criminal en un estado de excitación nerviosa cercano a la demencia: "En Asia, hombres no cristianos cortando la cabeza a los cristianos; en América hombres no cristianos cortando también la cabeza a los cristianos. Entonces nosotros cristianos cortando lo mismo la cabeza a los no cristianos".
Investigación y realización Guillermo Zinni ©
La Capital 1900/1905
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