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 sábado, 12 de agosto de 2006  
Confesión. El escritor alemán dijo que es la primera vez que escribe sin ambages sobre su pasado como soldado
Günter Grass admitió que fue miembro de las SS hitlerianas
En su nuevo libro autobiográfico, "Pelando la cebolla", el Nobel dijo que estuvo en esa tropa de élite por casualidad

Günter Grass, el Nobel de literatura alemán, admitió por primera vez que sirvió para el servicio secreto de Alemania, las tropas de élite durante el régimen nazi de Adolf Hitler.

En una entrevista concedida al Allgemeine Zeitung de Frankfurt, Grass, de 78 años, dijo que se presentó como voluntario para el servicio submarino hacia fines de la Segunda Guerra Mundial. En lugar de ello, fue llamado para trabajar con el servicio secreto en Dresde, en el este del país.

El autor, más conocido por su novela "El tambor de hojalata" y por ser un militante activo del Partido Socialdemócrata de Alemania, sostuvo que el secreto le pesaba y que era una de las razones por las cuales escribió un libro, que lleva el título "Beim haeuten der zwiebel" ("Pelando la cebolla") y que saldrá a la venta en septiembre.

Grass, nacido en Gdansk en 1927, relata su infancia en esa ciudad, su vida de soldado, cómo cayó prisionero de guerra y sus inicios como artista en la Alemania de posguerra.

"En retrospectiva, siempre lo viví como un defecto que me oprimía y sobre el que no podía hablar. Esto tenía que ser escrito alguna vez", confesó.

"Mi silencio durante todos esos años es una de las razones por las que escribí este libro", dijo Grass, tras ser citado por el diario en un adelanto de la entrevista que será publicada hoy. "Tenía que darlo a conocer finalmente".

El servicio secreto de Alemania (SS), una de las organizaciones más poderosas durante el régimen nazi, jugó un rol clave en el Holocausto, al establecer y administrar los campos de concentración donde murieron millones de personas.

El SS-Waffen se convirtió en una fuerza de 38 divisiones de combate con casi un millón de hombres y fue calificada como una organización criminal en los juicios de Nuremberg una vez terminada la guerra.

Grass prestó servicio durante poco menos de un año, fue herido en 1945 y enviado a un campo estadounidense para prisioneros de guerra; más tarde se convirtió en un destacado activista de paz. Aseguró que había sido voluntario para un servicio del Ejército, como una manera de romper lazos con su hogar y su familia.


Nunca disparó
Dijo que nunca disparó un tiro durante las operaciones. "Para mí fue básicamente una forma de alejarme de ahí. Alejarme de esa esquina, de mi familia", dijo al periódico. "Quería terminar con eso y esa es la razón por la cual me ofrecí como voluntario al Ejército".

"Fue similar a lo que le ocurrió a muchos de mi generación", agregó. "Estábamos haciendo un servicio para el Ejército y entonces, un año después, el borrador de la orden estaba sobre la mesa. Y luego me di cuenta, probablemente no hasta que estaba en Dresde, que se trataba del servicio secreto".

Grass ganó el premio Nobel de literatura en 1999. Se le considera integrante de un movimiento artístico conocido en Alemania como "Vergangenheitsbewaeltigung" o "Conformarse con el pasado".

En el libro también relata que con 15 años se presentó como voluntario en la Marina para servir como submarinista, pero que ésta ya no aceptaba voluntarios. Entonces, según dijo Grass, a los 16 años, en 1944, recibió como toda la clase 1927 la orden de alistarse. Grass no fue destinado al Ejército, sino a la Waffen-SS en el invierno de 1944/1945. "En el último año de la guerra la Waffen-SS no tomó sólo a voluntarios", explicó.

El escritor nunca ocultó que cuando era joven fue sensible a la propaganda nazi. Según dijo, en sus tiempos en la Waffen-SS nunca vio la División Frundsberg a la que fue destinado. Constantemente se armaban nuevas unidades de combate con los sobrevivientes de otras, que pocos días más tarde volvían a ser desarticuladas, señaló.

Como miembro de dos operativos de patrulla, Grass llegó hasta detrás de las líneas rusas, vivió escenas cruentas de guerra y sólo sobrevivió, según el mismo dice, por casualidad.

En los juicios de Nuremberg, las Waffen-SS fueron condenadas como parte de una organización criminal debido a su participación abrumadora en atrocidades y crímenes de guerra, con excepción de los soldados conscriptos incorporados a sus filas.

Grass narra además en su libro cómo se relacionó con el actual Papa Benedicto XVI, quien también, como él, fue prisionero de guerra en Bad Aibling, en Baviera. La tirada inicial del libro, de la editorial Steidl, será de 150.000 ejemplares. (Reuters y DPA)
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El autor de "El tambor de hojalata" dijo que el secreto le pesaba.

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