La discusión por la nueva ley de enseñanza nacional

Educación y primera infancia

El Instituto del Paraná propone debatir sobre políticas públicas y niñez

Los primeros años de vida son claves para la formación de cualquier niño o niña. Esta es una afirmación que ya no admite dudas para los especialistas. Sin embargo, saber cuál es el lugar de la familia y cuál el de la escuela en esta formación es lo que convoca a más de una discusión. En especial, cuando se conoce que la infancia no goza por igual de las mismas oportunidades. La complejidad de este tema es ahora motivo de análisis del Instituto del Paraná, un centro de estudios de políticas públicas para Rosario y la región.

Sin dudas, el debate lanzado por el gobierno nacional en busca de consensos para alcanzar una nueva ley de educación, ha reavivado viejos y nuevos temas de la agenda educativa. Entre ellos, uno de suma relevancia: la necesidad de extender la obligatoriedad del nivel inicial de la enseñanza.

En esto coincide la comisión de educación del Instituto del Paraná que viene desarrollando un estudio vinculado con la problemática de la primera infancia y su abordaje desde las políticas públicas considerando especialmente el rol de la familia.

Es que según entienden desde este instituto, la temática es compleja y aunque aparezca restringida a ser tomada por especialistas del campo de la educación, involucra a todos los actores sociales. "Está en discusión el lugar de la familia y de la escuela -la complementariedad y convivencia de una y otra- en la constitución de los sujetos en los primeros años de su vida", señalan en el documento preliminar que figura en boletín informativo Nº 6 del instituto (www.institutodelparana.com.ar) y que invita a sumar opiniones.

Pero, si se habla de niños y niñas que todavía no han ingresado a la etapa obligatoria en la enseñanza (hoy es desde los 5 años), ¿qué papel le toca a la familia en su formación y cuál debería ser el de la escuela?

"La familia y la escuela inician al niño y a la niña en órdenes diferentes. La familia es su marco de referencia, es la actora primaria en la constitución de su subjetividad. La escuela introduce al niño en otro orden que no es el familiar y tiene la lógica de lo cultural y el conocimiento", dice Valeria Senzacore, profesional de la comisión de educación del Instituto del Paraná y profesora en ciencias de la educación de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Al respecto señala que las reglas de juego en uno y otro ámbito son diferentes, y en eso -entiende- "está la riqueza de cada uno, en la necesidad de su complementariedad". Y enseguida agrega: "No tenemos una visión ingenua de la relación existente entre ambos, de las diferencias en términos de capitales culturales. Pero creemos en la vigencia de la idea de trabajar por diferenciar y no superponer funciones".

Igual, las coincidencias de distintos organismos dedicados a la infancia acuerdan en que cuanto más temprano los niños y las niñas se incorporen a la escuela, seguro harán un mejor tránsito en sus aprendizajes. Un dato que cobra mayor fuerza en los sectores más vulnerables.

Senzacore acuerda con esta visión y agrega que "el desafío, en definitiva, es contribuir al debate abierto por el borrador de la ley para la construcción de una política de Estado que considere esta ventaja y deje espacio al rol de la familia, aún con las diferencias de capital cultural". Algo que la docente de la UNR considera es necesario que contemple la posibilidad de imaginar "alternativas de intervención no escolar que contribuyan a mejorar las condiciones de educabilidad de estos niños y niñas".


Un abordaje complejo
Para la comisión de educación del Instituto del Paraná, el abordaje de la primera infancia -en este caso comprendida entre cero y cuatro años- en el marco de las políticas públicas es un tema complejo puesto que comprende a un grupo etario muy ligado a la familia. "Es una etapa donde las relaciones primarias adquieren una jerarquía constituyente para el sujeto", indican.

Pero además recuerdan que "hay una expansión de servicios educativos desde edades muy tempranas, al mismo tiempo, se observa la presencia de niños muy pequeños en situación de calle". También que la legislación vigente prevé obligatoriedad escolar desde los cinco años.

Es en ese contexto donde surgen los interrogantes sobre a quién le corresponde socializar a los niños y cuál y cómo debe ser la intervención del Estado. Y más todavía a partir de la postura indicada en el borrador propuesto para debatir las líneas de una ley de educación nacional, donde se plantea "la necesidad de universalizar la educación inicial para garantizar el acceso y permanencia de todos los niños en el sistema educativo".

Vale recordar que el documento señala que la educación inicial es "una etapa crucial e irrepetible en la historia personal, donde se estructuran las bases fundamentales del desarrollo cognitivo, emocional y ético de cada ser humano. En esta etapa se definen las condiciones con las cuales un niño o una niña ingresan a su tránsito escolar y, por eso, su incidencia con respecto al logro de futuros aprendizajes es muy significativa".

De acuerdo con lo indicado por el Instituto del Paraná, estas ideas manifiestan "la complejidad del desarrollo de políticas públicas para esta población ya que se deja explicita la necesidad de articular la presencia del Estado, a través de la universalización de la cobertura de la población de cinco años y avanzando con el grupo de niñas y niños menores cinco años, con la presencia de la familia".

Los primeros años, claves para aprender.