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 sábado, 12 de agosto de 2006  
Los jóvenes y su ingreso en el nivel superior de la enseñanza
Bajó en un 11 por ciento la deserción en el primer año de la universidad
La UNR muestra una caída en la cantidad de jóvenes que abandonan sus estudios en el inicio de las carreras. Hoy quedan en el camino el 39 por ciento

Matías Loja / La Capital

Tutores, pasantías, cursos de nivelación, de orientación vocacional y becas. Según destacan desde la Universidad Nacional de Rosario (UNR), estos son algunos de los programas que justifican que en los últimos años se evidencie una merma en el nivel de deserción de los estudiantes del nivel superior, al punto que mientras la media nacional indica que 5 de cada diez ingresantes dejan sus estudios en el primer año, en la UNR esta cifra ronda actualmente el 39,3 por ciento: un 11 por ciento menos que en 1992. El dato refleja además una diferencia tanto con el resto de las universidades argentinas como de Latinoamérica.

Así, y según la Dirección de Estadística de la UNR, mientras que para el año 1992 la tasa de alumnos que, tras cursar asignaturas del primer año de la facultad, no se reinscribieron para el segundo año era del 49,8 por ciento, para el 2005 esa cifra había bajado hasta el 39,3 por ciento; a diferencia de la media nacional que ronda el 50 por ciento. Una tendencia que se espera se confirme también para el presente año.

Pero en algunas facultades esta baja ha sido más notoria que en otras. En Agrarias, por ejemplo, en la última década el número de ingresantes que no continuó sus estudios bajó del 49 al 28,8 por ciento; aunque la caída más significativa es la que presenta Bioquímicas, que pasó de una deserción en el primer año del 59,7 en 1995 al 28,7 por ciento actual.

"Nosotros desde la facultad planteamos acciones para disminuir la deserción y el desgranamiento de los ingresantes a través, por ejemplo, de un proceso de módulos educacionales a distancia desde septiembre, para que los alumnos del último año del polimodal tengan la posibilidad de ir trabajando una cantidad de contenidos del primer año en matemática, física y bioquímica", explica la decana de Bioquímicas, Claudia Balagué. La decana agrega que la respuesta a esta iniciativa ha sido muy buena, al punto que de los casi 800 alumnos que ingresan anualmente a esta unidad académica, más del 50 por ciento afirma haber pasado por esta actividad.

En otras facultades el descenso de esta tasa ha sido menor, como en Ciencia Política que pasó del 50,4 en 1992 al 47,7 por ciento actual. Pero, de todas maneras, en todas las carreras de la UNR se nota una merma en la cantidad de desertores, a diferencia de lo que pasa en otras universidades, donde la deserción en el primer año de estudio ronda el 50 por ciento.

En la Facultad Regional Rosario de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), los datos disponibles muestran a esta institución dentro de la media nacional sobre esta problemática, ya que en la facultad de calle Zeballos casi 5 de cada 10 ingresantes no se vuelve a inscribir al año siguiente.

"Tiene que ver un poco con una problemática nacional que afecta a los jóvenes, entre otras cosas porque muchos que eligen una carrera, después de cursar el primer cuatrimestre se dan cuenta que a lo mejor el estudio que eligieron no era lo que ellos querían, y por eso incluso no se presentan ni siquiera para el segundo cuatrimestre", manifiesta el secretario de Asuntos Estudiantiles de la UTN, Alejandro Belinsky.

Ante ello, desde la Tecnológica informan que esperan ver en los próximos años un descenso en el nivel de deserción, gracias a los planes de tutorías para sus estudiantes que dentro de poco se implementarán en la institución local, propuesta que se sumará a la exposición de carreras y los cursos de nivelación destinados a los futuros ingresantes que ya funcionan en la universidad.


Problemática regional
Pero esta situación que muestran las universidades argentinas también la viven la mayoría de las las casas de altos estudios de América latina. Es que tal como reseñan los estudios internacionales, el fracaso, el rezago en los estudios y la baja graduación son las marcas más fuertes por las que atraviesan un número importante de jóvenes que ingresan a las universidades de la región, por causas que van desde cuestiones vocacionales hasta de sostenimiento financiero.

Según el Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina (Siteal), en los últimos años ha crecido notoriamente en la región la cantidad de jóvenes que ingresan en la educación superior, incremento que marcha en paralelo a la inclusión cuantitativa que presentan los demás niveles de la enseñanza.

Pero más allá de este aumento en el número de universitarios, que ubica a la Argentina -según el Siteal- como el país latinoamericano con más estudiantes dentro de este nivel educativo, la problemática de la deserción emerge cada vez con más fuerza como contracara de la masividad en el ingreso.

En el informe sobre América latina y el Caribe del período 2000-2005 "La metamorfosis de la educación superior" de la Unesco, se da cuenta de que la deserción en las universidades está provocando, además de las frustraciones en los jóvenes que no logran continuar sus estudios, un elevado costo para los países, tanto económico como en la posibilidad de contar con profesionales capacitados que contribuyan a desarrollo de las naciones.

Así, el documento presentado por el Instituto para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Iesalc), dependiente de la Unesco, reseña más de 250 estudios académicos de toda la región pertenecientes a distintos sectores de la educación superior (universidades públicas y privadas, consejos de rectores y ministerios de educación, entre otros), y en sus conclusiones advierte sobre el desafío regional de incrementar la cobertura educativa entre los jóvenes, sin descuidar el problema de la repetición y deserción de los que aceden al nivel superior de la enseñanza.

Bajo el título "Repitencia y deserción universitaria en América latina", uno de los capítulos del informe del Iesalc, coordinado por Luis Eduardo González Fiegehen, describe tanto el costo como los principales factores de abandono y rezago en los alumnos del nivel superior de 15 países latinoamericanos.

Entre los factores que el estudio encuentra con mayor peso de la deserción, enumera los socioeconómicos, los vinculados con el propio sistema universitario, los de orden académico y aquellos que son de índole personal, como "la condición de actividad económica del estudiante, las aspiraciones y motivaciones personales, la disonancia con sus expectativas, el grado de satisfacción de la carrera y las expectativas al egreso de la carrera en relación con el mercado laboral".

La mejora de los mecanismos de detección temprana, identificar grupos de riesgo, otorgar apoyo tutorial integral al estudiante, mejorar la orientación vocacional y entregar certificaciones tempranas y salidas intermedias son algunas de las medidas que el estudio internacional propone para sortear esta problemática.

"Se ha generado un gran interés por el tema de la repitencia y la deserción en América latina y el Caribe, ya que se ha detectado como un problema relevante y potencialmente de mayor impacto, debido al incremento de la matrícula en la educación superior y la creciente incorporación de sectores de menores ingresos y menor preparación previa en la universidad, por lo cual resultan potencialmente más vulnerables", concluye el informe de la Unesco.

De esta manera, la problemática se instala como preocupación de las universidades de la región, las cuales ante ello buscan desde distintas estrategias vocacionales, pedagógicas y de ayuda económica, la forma más eficaz de no sólo hacer de la universidad un espacio de inclusión para un número cada vez mayor de jóvenes, sino también para que aquellos que ingresan, puedan completar sus estudios, meta que beneficiará en el mediano plazo tanto al propio estudiante como a los estados que necesitan de estos profesionales.
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Según la Unesco, la deserción universitaria se debe a cuestiones socioeconómicas, académicas, personales y la de los propios sistemas educativos.

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