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| sábado,
05 de
agosto de
2006 |
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Charlas en el
Café
del Bajo
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-Estela nos ha remitido una carta muy interesante con unas palabras muy lindas. "Estimado Candi: Leo todos los días su interesante columna y en muchas oportunidades coincido plenamente con usted. En varias ocasiones se ha hablado del cambio que se avecina, de un nuevo orden que surgirá o del advenimiento de una nueva era. En todas esas situaciones pareciera ser que el cambio debe venir de afuera, pero yo creo que debe venir de adentro. Este pensamiento que le transcribo, cuyo autor desconozco, dice así: Si yo Cambiara: ...Si yo cambiara mi manera de pensar hacia los otros, los comprendería./Si yo aceptara a todos como son, sufriría menos./Si yo criticara lo positivo en todos, ¡con qué alegría los trataría!/Si yo cambiara mi manera de actuar ante los demás, los haría felices./Si yo deseara siempre el bienestar de los demás, yo sería feliz./Si yo comprendiera plenamente mis errores y defectos, sería humilde y comprensivo con los otros./Si al comprender mis errores y defectos tratara de cambiarlos, ¡cuánto mejoraría mi hogar y mis ambientes!/Si yo cambiara el "tener" más por el "ser" más, ¡cuánto más dichoso sería!/Si yo cambiara ser "yo" a ser "nosotros", comenzaría la civilización del amor./Si yo siguiera decididamente a Jesús y su Evangelio, comenzaría a vivir la verdadera felicidad./Si yo amara "en serio" a los demás, ellos cambiarían. En una palabra... ¡Si yo cambiara, cambiaría el mundo! Sólo si intentáramos cambiar, lograríamos un mundo mejor. Cordialmente. Estela Mammana".
-Antes de responderle a la lectora con quien comparto absolutamente su pensamiento, dos aclaraciones de paso: primero, queremos decir que aquí no propiciamos ni participamos del pensamiento de la llamada "new age". En segundo lugar, en la cita a la que hace referencia la lectora se alude a seguir el Evangelio como forma de cambiar el mundo. Coincido con ello, pero añadiría que no sólo el Evangelio, sino los buenos principios de todas las religiones. Dicho esto, paso a aclarar lo del nuevo orden si ha de venir por una fuerza externa o si nacerá de una disposición interna de cada ser humano y de la sociedad en su conjunto. Hay una historia, muy simple, que dice así: "Una vez un prestigioso y reconocido pintor fue llamado por unos monjes para que pintara en el templo un gran mural que representara a la creación. Los clérigos le dijeron al artista que no podían estar ausentes en la obra ni Jesús, ni Moisés, ni algunos profetas, porque el mural debía dejar trascender, además, no sólo los orígenes, la fuente del pensamiento cristiano, sino que tenían que estar presentes todos aquellos seres que fueron elegidos por Dios para una causa suprema. Cuando la obra fue terminada y descubierta, hubo un clamor entre los monjes. Quedaron asombrados ante tanta belleza: un prado bellísimo, unas montañas de fondo, un cielo maravilloso y miles de personas, de distintas naciones, sentadas sobre el césped que escuchaban las palabras de Jesús, de Moisés y los profetas. Pero resulta que a los pocos meses aquella obra maravillosa comenzó a descascararse. Un virus, un hongo, comenzó a propagarse por el mural. Pese a los cuidados y el afán puesto por todos, no se lograba detener la infección que avanzaba sobre muchos pigmentos de la pintura y amenazaba al contexto. Varias partículas que daban vida a esta obra, eran atacadas y destruidas sin remisión. Los monjes entonces salieron en busca del artista quien al observar su mural se apenó sobremanera. Aquella noche descansó, pero a la mañana siguiente sacó de sus alforjas los líquidos restauradores, los productos protectores y los óleos, y comenzó a restaurar aquella fabulosa pintura. Dicen que mientras iba reacondicionando el mural entonaba una canción que comenzaba diciendo: «¿Acaso lo que yo amo puedo dejar que se pierda?». Dicen también, no lo sé, que esa fue la melodía que los monjes hicieron suya y que cantaron siempre luego de terminada la restauración". Es decir: si el hombre no escucha y se muestra indiferente, ¿Dios permitirá que su creación se extinga? A mí me parece que hará como el pintor y removerá el virus, por eso vuelvo sobre esas palabras proféticas: "Habrá dos en una plaza, el uno será tomado, el otro será dejado".
Candi II |
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"Nunca, ni en el pasado, ni en el presente, ni en el futuro, Lavagna haría una alianza con Menem"
Alberto Coto
Operador político del lavagnismo
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La Ciudad
