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domingo,
30 de
julio de
2006 |
Ladrillos. 1500 permisos durante el año
Suman 700 las quejas
por obras en construcción
En total existen cuatro mil proyectos en proceso. A diario, 20 agentes de Tránsito supervisan frente a las obras
Lucas Ameriso / La Capital
En lo que va del 2006, las oficinas de la Dirección de Obras Particulares de la Municipalidad recibieron 700 reclamos de vecinos que sufrieron daños o problemas por los edificios que se están levantando en la ciudad. Entre ellos, las rajaduras de las medianeras, abandono de restos de obra en las terrazas, ruidos molestos, mal estacionamiento de las hormigoneras, obstrucción del garaje, entre otros. Ante ello, la Intendencia dispone de un servicio voluntario de mediación (de carácter administrativo) a fin de acercar las partes en conflicto. Incluso existe un trámite de constatación de los problemas ocasionados por la nueva edificación que ya funciona en cada uno de los seis distritos. El boom inmobiliario también se sufre en la vía pública. Diariamente, 20 inspectores de Tránsito deben realizar servicios adicionales en la puerta de las obras en construcción, incluso se han remitido varios camiones con materiales al corralón por obstruir la circulación vehicular.
Según datos de Obras Particulares, existen en este momento unas 4 mil obras en ejecución en todo el éjido urbano. Y en lo que va del 2006, ya se otorgaron unos 1500 permisos de edificación. En forma paralela, y sólo durante el primer semestre del año, la propia oficina municipal acumuló ya 700 quejas de vecinos linderos a las obras.
Los casos que motivan el descargo ante la Municipalidad suelen ser múltiples: un camión descargó ladrillos sobre la vereda y obturó el paso, hubo alguna rotura en la acera, faltó el vallado reglamentario, porque los camiones taparon la entrada al estacionamiento, por rajaduras en las medianeras, se abandonó portland en una terraza o se filtró un tapial mal hecho. Tan sólo por rotura en las paredes existen 306 quejas sobre 4 mil obras.
Ante todo ello, Obras Particulares arma un expediente y comienza el trámite administrativo. Las irregularidades se constatan en un informe fotográfico, se le otorga una copia al solicitante, que puede utilizarse para diversos motivos. Si no hay acercamiento entre las partes, se pone en funcionamiento un intento de mediación y la Municipalidad ofrece un servicio al respecto.
¿Y para el caso de los ruidos molestos? Según explicó el titular de la repartición, Eduardo González "no existe ninguna normativa que sancione los ruidos que origina la construcción, ni una ley para que se construya de acuerdo a un horario establecido".
Lo que sí rige es la ordenanza Nº46.542 que regula las emisiones de ruidos en la vía pública y su impacto en las viviendas particulares. Además la norma refiere a las condiciones acústicas que deben regir tanto en horario diurno como nocturno. Pero se trata de una ordenanza general y no específica para este rubro.
El nivel de ruido se mide en decibeles (db). Y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un sonido que está por encima de los 70 db ya resulta molesto, si supera los 90 es dañino, y después de los 120 se torna insoportable y hasta doloroso. Los ejemplos en la calle resultan elocuentes: una moto con escape libre emite 110 db, un vehículo pesado circulando a 60 kilómetros por hora, 90 db; y el tránsito intenso alcanza los 80. Es decir, salir a la calle ya resulta contaminante.
De las denuncias que se cursan como expediente en la Municipalidad, hay algo común a la mayoría de ellas: lo que más ofusca a los vecinos es la repetición de los golpes, taladros o sierras cortadoras de madera. Este vacío legal hace que incluso las obras en construcción puedan trabajar los sábados, domingos y feriados.
Según la ordenanza referida, los picos frecuentes de ruidos no pueden superar los 65 decibeles en la denominada zona II (que contempla a las zonas residenciales, centro y macrocentro). El municipio actúa ante denuncias concretas. En efecto, los inspectores confeccionan actas de constatación si en el momento exacto los decibelímetros detectan la contaminación sonora.
Ante ello, los linderos pueden acudir a la Defensoría del Pueblo, donde se notifica de las quejas a Obras Particulares y en caso que sea necesario se notifica a la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia.
Como si todo esto fuera poco, en las calles también se siente el impacto de los nuevos edificios en construcción. De los 170 zorros que hay en Tránsito, 20 agentes al día deben realizar servicios adicionales a fin de ordenar los vehículos que quedan atascados en la vía pública. "El promedio de agentes de Tránsito afectados a custodiar las hormigoneras es altísimo", consideró la titular de la repartición, Hebe Marcogliese.
La ordenanza que obliga a contratar adicionales a las empresas que construyen; establece su obligatoriedad para todas las obras ubicadas sobre mano izquierda y en las de mano derecha, de la zona del macrocentro, cuando existe riesgo para el tránsito. El horario establecido es de 7 a 19. Por cada hora de adicional, cada inspector recibirá 10 pesos más en su salario a fin de me s. Marcogliese aclaró que "estas tareas son rotativas con otras actividades como las de custodiar las puertas de las confiterías".
A propósito, la descarga de materiales (ladrillos, aberturas, sanitarios, pisos) debe respetar el horario de 0 a 9, requisito de difícil cumplimiento. "Hemos labrado un montón de actas por no respetar el horario, y otras por obstrucción, o doble mano en el estacionamiento. En algunos casos hemos remitido el camión al corralón con los materiales adentro", reconoció la funcionaria.
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Son muchos los efectos no deseados del boom de la construcción.
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