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domingo,
21 de
mayo de
2006 |
Itinerarios en la ciudad de los murales
Belfast puede recorrerse en barca, auto, ómnibus o bicicleta, con una gama de ofertas clásicas o exóticas que pueden encontrarse en las operadoras de turismo. Los circuitos abarcan lo antiguo y lo moderno y se extienden a la campiña de Irlanda del Norte. Uno de los más extendidos es el recorrido de los murales políticos y la línea de paz.
Los circuitos prometen internarse en los jardines históricos de Belfast y de Irlanda del Norte y carriles bordeados de árboles a lo largo del río Lagan. En los alrededores, los itinerarios recorren los Valles de Antrim, la Calzada de los gigantes y la costa de Antrim hasta Donegal.
Tours especiales
Los murales sintetizan una historia de enfrentamientos que ensangrentó el país. Las dos calles más famosas donde están asentados son Shankill Road, en el barrio protestante y Falls Road en el católico. Ambas parten desde el centro y corren paralelas en los suburbios del oeste. En medio de ellas, separándolas, está el muro de la paz, una pared de 3 millas similar al que separó Alemania. Desde la firma del tratado de Paz, en 1998, permanece abierto durante el día.
En el barrio protestante hay casas residenciales, muchas banderas inglesas, veredas pintadas de rojo, blanco y azul y un mural en cada casa. Los murales de Falls Road evocan los mártires católicos y hablan de la hambruna y las huelgas. El recorrido se ofrece en las agencias, con guías que recorren las obras y los dos barrios.
El Memorial Garden, en Bombay Street, es un monumento a los irlandeses católicos que perdieron la vida en los conflictos.
Algunas empresas se especializan en realizar una ruta a partir del árbol genealógico familiar, incluidas calles, casas, escuelas o cementerios.
Más clásico es el paseo por la destilería Bushmills y el puente de cuerda de Carrick-a-Rede. Aunque también hay visitas organizadas para conocer a CS Lewis, el autor de Alicia en el país de las maravillas.
Los pubs históricos y famosos son una parte del perfil de la capital de Irlanda. Uno de los más famosos es Flannigans, sobre el Crown Liquor Saloon, en Great Victoria Street. Y en Falls Road se encuentra Red Devil, uno de los pubs católicos más famosos.
Belfast cuenta con una amplia variedad de lugares donde hospedarse, adaptados a todos los bolsillos, desde Bed and Breakfast en las proximidades de la universidad, alojamientos particulares a orillas del lago y hoteles que se concentran en el corazón de la ciudad. La ciudad está abarrotada de bares de diseño, restaurantes selectos, clubes y lugares para ir de compras.
El patrimonio industrial de Belfast refleja la historia de una ciudad marcada por la revolución industrial que ha sabido apostar por la cultura. Así lo demuestran el Ulster Museum, el Ayuntamiento, el Ulster Folk y el Ulster Folk and Transport Museum, así como los múltiples edificios históricos. Además, tiene a su disposición multitud de parques, jardines y galerías de arte.
Los locales recomiendan que una visita no pueden faltar el zoológico, el Crown Liquor Saloon, el Lagan Lookout Centre y el Ulster Museum. Una interminable agenda de fiestas culturales y populares renuevan la invitación.
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