Viajeros del tiempo

Rosario 1900-1905

Los yankees en Cuba. Ayer el general norteamericano Wood hizo entrega al presidente electo de la república cubana, doctor Estrada Palma, del mando supremo de la isla de Cuba, y a partir de mañana procederán a evacuarla las tropas y funcionarios estadounidenses. Luego de haber ayudado a ese país en la lucha por la independencia contra España, los norteamericanos no desdeñarían tomar posesión de la isla pretextando su deseo de impedir las luchas internas de un país del que se consideran siempre tutores. Ahora sólo resta entonces esperar la mayor cordura entre gobernantes y gobernados, pues de no ser así los yankees volverían a intervenir en la isla y ya no se podrían deshacer de ellos tan fácilmente.

El hombre de las víboras. La subcomisaría del inmediato pueblo de Alberdi comunicó a la jefatura política que anteayer a las dos de la tarde penetró en el domicilio de Nicolás Lapetina el sujeto José Ireneo Cepeda pidiendo que le diera de comer y le facilitara una yegua, pues quería ir a ver a un amigo. Lapetina se negó a estas pretensiones y Cepeda entonces sacó un frasco que contenía una víbora y pretendió arrojársela. El dueño de casa logró tirar lejos el envase y su contenido, por lo que ahora Cepeda, enfurecido, hizo ademán de sacar un arma de la cintura. Un agente que acertó a pasar por el lugar detuvo al agresor y una vez en la comisaría se le secuestró un cuchillo y el frasco con la víbora.

Sólo mujeres. La señora Sara Jackson, de Dearborn, Estados Unidos, acaba de hacer un testamento muy original por su carácter feminista. Entre otras cosas dispone que en su entierro no intervenga hombre alguno; los caballos del coche fúnebre ha de guiarlos una mujer y mujeres han de ser también las que abran la sepultura y la metan en el féretro. Miss Jackson tuvo hace cuarenta años unos amores contrariados por falta de seriedad en el novio y desde entonces no ha vuelto a dirigir siquiera la palabra a un hombre. Lleva viviendo mucho tiempo en una casita de campo con una criada, la cual se encarga de tratar con los del sexo feo de los asuntos en que es indispensable hacerlo.

Un deporte en casa y sin hacer ejercicios. En ningún tiempo han alcanzado los deportes la boga de hoy. ¿A qué atribuirlo? A que ahora se desea acrecentar las fuerzas que visiblemente desaparecen de nuestra raza. Y sin embargo para lograr este resultado no hay necesidad de imponer al cuerpo ejercicios fatigosos y que muchas personas no pueden soportar. El verdadero Hierro Bravais en gotas concentradas enriquece la sangre, aun en aquellos que más débiles se encuentren, y a los fuertes les conserva y acrecienta el vigor que tienen. Por lo tanto, es un sport que no obliga a salir de casa ni a hacer ejercicios.

Investigación y realización Guillermo Zinni ©
Ver La Capital de 1902, 1904 y 1905.