Morales firmó acuerdo para limitar los cultivos de coca

El convenio apunta a la "reducción voluntaria" en lugar de la tradicional erradicación por la fuerza

La Paz. - El presidente boliviano Evo Morales firmó un acuerdo con cocaleros para reducir las áreas de cultivo de coca, en una nueva política de control que "cambia erradicación por racionalización", según el slogan del gobierno. El gobierno de Morales, un ex líder cocalero, argumenta que la producción de coca es para fines de uso tradicional, pero de hecho Bolivia es el tercer productor mundial de cocaína, con volúmenes de esa droga en aumento.

El convenio de "reducción voluntaria" de las áreas de cultivo fue firmado en La Paz entre el mandatario y las cuatro federaciones de cultivadores de coca de Caranavi, en la región subtropical de La Paz. Según el acuerdo, cada familia campesina cultivará, como máximo, "un cato" (1.600 metros cuadrados) de coca. Hasta ahora, según el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, los campesinos de la región de Caranavi, a 200 kilómetros al noreste de La Paz, tienen cultivos que "superan las dos hectáreas".

"Con el acuerdo firmado hoy, allí se va a respetar el cato de coca y el excedente se va a erradicar de manera voluntaria. El techo será un cato", aseguró el funcionario tras la firma del acuerdo.

El secretario de la federación agraria de Caranavi, Rosendo Vargas, aseguró que sus afiliados respetarán el acuerdo, pero pidió que en la región se instale un tercer mercado para comercializar el producto, la hoja desecada de coca. Hasta ahora funcionan sólo los mercados de Chapare y los Yungas.

El límite de cultivos de "un cato por familia" fue acordado ya para la región del Chapare, en el centro geográfico de Bolivia, entre el ex presidente Carlos Mesa y las seis federaciones de cultivadores de coca, de las cuales Evo era máximo dirigente.

En tanto, hoy llegará a Bolivia el canciller de Brasil, Celso Amorim, para reunirse con Morales y sus ministros para dialogar sobre la reciente nacionalización de los hidrocarburos que perjudicó a la estatal petrolera brasileña, Petrobras. Otra preocupación también traerá a Amorim a La Paz: la amenaza que implica para productores brasileños radicados en Bolivia la reforma agraria que impulsa Morales. Por esto la cancillería brasileña publicó un comunicado en el que se expresa que hoy se hablará sobre "aspectos relativos a la protección de los intereses de la población brasileña radicada en Bolivia".

En cuanto al diferendo surgido en torno a Petrobras, los dos países no han llegado a una solución, que involucra además el nuevo precio que Bolivia exige por el gas natural que vende a Brasil.

Morales al anunciar el acuerdo.