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domingo,
21 de
mayo de
2006 |
Dos cuestiones fundamentales
El gobierno sostiene en el proyecto que "la primera condición para el ejercicio del derecho a una educación de buena calidad es que todos tengan garantías de igualdad en las condiciones para el acceso y la permanencia en el sistema educativo. Para lograr este objetivo deberíamos actuar en, al menos, cuatro dimensiones principales: definir una estructura del sistema educativo homogénea para todo el país, declarar obligatoria la enseñanza secundaria, universalizar la educación inicial y ofrecer alternativas para los jóvenes y adultos que no completaron su escolaridad obligatoria".
Hoy conviven 55 modelos de establecimientos que combinan de diversos modos la oferta educativa de nivel primario, secundario, de educación general básica y polimodal. No existe ninguna justificación política, pedagógica o financiera que permita sostener un grado tan alto de diversificación en la estructura del sistema.
La educación inicial atiende a la población infantil desde su nacimiento hasta los seis años de edad. "Constituye una etapa crucial, e irrepetible en la historia personal, donde se estructuran las bases fundamentales del desarrollo cognitivo, emocional y ético de cada ser humano", se argumenta.
En ese marco se asevera que "este nivel debe tener una clara intencionalidad pedagógica brindando una formación integral que los aspectos sociales, afectivos y emocionales, cognitivos, motrices y expresivos".
Para el gobierno, el hecho de declarar obligatoria la enseñanza secundaria será una de las decisiones más importantes que deberá tomar la sociedad argentina con respecto a su futuro. Las políticas al respeto deben garantizar las condiciones para que los alumnos tengan acceso y puedan permanecer y aprovechar las oportunidades de aprendizaje que les ofrece la escuela para desarrollar las capacidades personales.
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