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domingo,
21 de
mayo de
2006 |
Yo creo: "La polémica es casi siempre una bendición"
Rodolfo Bella / Escenario
¿Por qué siempre que se promociona una película de contenido religioso parece que se viene el segundo diluvio universal? Por las dudas, todos abren sus paraguas, a veces sin razón. "El Código Da Vinci", una ficción que sugiere que María Magdalena fue la amante de Jesús, y que su descendencia habría llegado hasta hoy, desató una tormenta, pero al final, no quedó sino la calma de una película más sobre un tema polémico por naturaleza. Dentro de las posibilidades del cine hay una enorme variedad de propuestas más o menos artísticas, mejor o peor intencionadas. Sin embargo, cuando se trata de un filme que revisa o representa alguna figura central del cristianismo, el resultado de la discusión pública puede contrastar con la experiencia personal. Un buen ejemplo es "La última tentación de Cristo", de Martin Scorsese. Allí Willem Dafoe, en la piel de Jesús, se debate entre su carácter divino y las tentaciones más humanas. En la Argentina el filme, de 1988, nunca se estrenó en cines y sufrió toda clase de afrentas. Curiosamente, el efecto más potente de la película es la conmoción. Lejos de ofender, sorprende y emociona al subrayar el dolor del personaje ante el conflicto que le produce el deseo. En el otro extremo se encuentra "La pasión", que dirigió Mel Gibson. También precedida de una campaña temeraria, la película relata las últimas horas de Jesús. Finalmente no generó rechazos ni apologías, pero sí un gran negocio. Pocos años antes, en 1985, Jean Luc Godard rodó "Yo te saludo María", en la que Juliette Binoche interpreta una chica que descubre que está embarazada sin intervención de una relación sexual. La película fue, por mérito propio y también por gracia de la polémica, un éxito internacional. En la vereda de enfrente está "Mary", todavía no estrenada comercialmente y que se mostró en el Festival de Cine de Mar del Plata. Abel Ferrara presenta una descolorida versión de María Magdalena, en la piel de una actriz que interpreta al personaje bíblico en una película, también a cargo de Juliette Binoche. El filme había generado expectativas que en general no fueron satisfechas. De manera deliberada o no, todos quedan conformes con el balance de la influencia de la polémica: casi siempre lo mejor que puede pasarle a un filme es ser atacado para transformarlo en un éxito.
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