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domingo,
21 de
mayo de
2006 |
¡Hagamos las cosas bien!
Hagamos las cosa más prolijas. Podemos comenzar a mejorar haciendo bien las cosas simples. Ejemplo, si los partidos de fútbol se anucian a una hora, deben comenzar a esa hora y no 5 ó 10 minutos más tarde. Si el partido es televisado, por qué la vestimenta de los jugadores no es una clara y la otra oscura, a fin de diferenciarlos bien. ¿Por qué los árbitros no dirigen de tal forma que no quede un tufillo que favorecen a un equipo? ¿O es como yo digo, que en esta Argentina nuestra para qué vamos a hacer las cosas bien si las podemos hacer mal?
Miguel Angel Quiroz
[email protected]
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