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 sábado, 20 de mayo de 2006  
Cálculos. Hoy se necesitan 923 quintales de maíz para adquirir lo que en 1997 representaban 390
Comprar tierras es cada vez más caro para el pequeño productor
Así se desprende de un estudio sobre el costo de una hectárea en relación con el valor de la producción

Carlos Walter Barbarich / La Capital

Chovet.- Frecuentemente se considera al campo como un sinónimo de prosperidad, abundancia o riqueza. Al menos es lo que se desprende cada vez que alguien formula un comentario sobre el "boom" de la soja en términos periodísticos. Sin embargo, un reciente estudio realizado por el Instituto Agrario de la filial de Chovet de la Federación Agraria Argentina (FAA) refleja otra realidad y relativizó ese concepto tan arraigado últimamente en la sociedad al comprobar que "un productor agrario de la zona más rica del país en la actualidad necesita más del doble de quintales de maíz o trigo, el triple de soja o hasta cerca de tres veces más de cabezas de cerdo para poder comprar una hectárea de campo que en 1997".

Del estudio -realizado por el dirigente ruralista chovetense Aldo Viscovich- se desprende que en ese año hacían falta 390 quintales de maíz a un valor de 11 pesos cada uno para obtener una hectárea valuada en aquellos años en 4.300 pesos/dólares. En 1998 hacían falta 500 quintales y al año siguiente 480. Hoy son necesarios unos 923 quintales de maíz para acceder a la misma superficie de terreno que está valuada en 8.000 dólares o 24 mil pesos.

El trabajo destaca que si se toma como marco de referencia a la soja, los datos son más contundentes aún porque desde 1997 a la fecha casi se cuadriplicó la cantidad de ese grano suficiente como para alcanzar a apenas una hectárea de buen campo. En 1997 se necesitaban cerca de un equivalente a 145 quintales de soja, mientras que en la actualidad hacen falta 462 a un valor de 52 pesos por quintal.

"Es cierto también que el precio de la hectárea de campo aumentó considerablemente desde 1997 a esta parte, pero no es menos cierto que la materia prima del colono es la tierra y hoy está claro que está mucho más inaccesible que años atrás", explicó Viscovich. "El boom de la soja se refleja supuestamente en el precio, pero para poder producir hay que tener tierras y eso no está al alcance de los pequeños y medianos productores".

"Este fenómeno no sólo sucede con los cereales u oleaginosos, sino también es trasladable a la producción de cerdos; hecho muy común en la zona núcleo de la Pampa Húmeda. En 1997 se necesitaban 3.575 kilos de cerdo -o lo que es igual casi unas 33 cabezas- para poder comprar una hectárea", señaló.

"Hoy los números son totalmente distintos, ya que para poder adquirir esa superficie de campo se necesitan unos 9.230 kilos de carne de cerdo, que representan unas 84 cabezas. En ambos casos, el peso de faena tomado como marco de referencia es de 110 kilos por animal", explicó.

Del estudio se desprende que para poder adquirir una unidad de campo ahora hace falta producir entre un 70% y un 100% más que en los años 90, utilizando como parámetro de producción a la soja, trigo, maíz y el kilo de cerdo capón.

"Cabe señalar que durante la década de los 90 los pequeños y medianos productores familiares vendían sus campos y eran expulsados del medio rural, por no poder mantener una escala productiva que permitiera su permanencia y desarrollo como tales", remarcó Viscovich.

Sin embargo, aclaró que "en el presente, y a pesar de la evolución de los precios de los productos analizados, los pequeños agricultores presentan una creciente imposibilidad de adquirir tierras provenientes de sucesiones, herencias o condominios pertenecientes a miembros de su propia rama familiar".

"Eso se debe al valor de la tierra, los altos arrendamientos, la excesiva presión impositiva, la ausencia de créditos bancarios destinados a tal fin, y a la falta de una política agropecuaria que contemple la realidad señalada", apuntó.

El estudio de Viscovich tiene como finalidad determinar la cantidad de productos necesarios para adquirir una hectárea de tierra en las distintas regiones de la provincia de Santa Fe. Para eso analizó los índices de variabilidad de precios correspondientes a 1997, 1998, 1999, y 2006 y a los productos maíz, soja, trigo y capón(cerdo), respectivamente.

El dirigente agrario también admitió que "el acceso a la tierra es fundamental para la subsistencia de la agricultura familiar y hoy está severamente amenazada por el alto nivel del valor de la misma y la imposibilidad de acceder a los créditos bancarios que contemplen la realidad de los pequeños productores agropecuarios".


Colonizadora Argentina
En la Federación Agraria Argentina (FAA) existe una entidad llamada Colonizadora Argentina Cooperativa Limitada, que tiene como objetivo la presentación de un proyecto para incluir a la familia rural en las tierras fiscales desocupadas de toda la Argentina.

Para eso es necesario individualizarlas y corroborar -entre otras cosas- que no estén falsamente ocupadas. El primer trabajo se realizará en Santa Fe y Viscovich será uno de los artífices.
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El boom sojero disparó le precio de los campos.

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