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sábado,
20 de
mayo de
2006 |
A un año del accidente en parque Norte
Dolor, recuerdos y un reclamo de justicia por Ursula y Carla
Iban en un BMW que se estrelló contra un árbol. Ursula murió y Carla está
en coma desde aquel día
El dolor, la impotencia y los recuerdos se conjugaron para echar un manto sobre el intenso frío de la tarde de ayer. La cita fue en la plaza Pringles y la habían convocado los familiares y amigos de Carla Alfaro y Ursula Notz. Las dos chicas, hace un año, iban como acompañantes en un BMW que conducía Matías Capozzuca. El auto se estrelló contra un árbol en parque Norte. Ursula y otro joven murieron en el acto. Carla sufrió garves heridas y aún sigue postrada en estado de coma. "Los permisos sociales fueron quienes me arrancaron a mi hija", dijo Mónica Gangemi, la mamá de Ursula, cuando ayer se dirigió a las 150 personas que se congregaron en el lugar y que siguieron en silencio cada una de las palabras que se dijeron.
"Alcohol+volante=muerte. Verdad y justicia por Ursula y Carla". Así reza el volante que ayer los amigos de las dos jóvenes no se cansaron de repartir a todos aquellos que ocasionalmente pasaron por el lugar. "El lema fundamental de las actividades que estamos desarrollando por estos días tienden a la toma de conciencia y al pedido de justicia para que ésta alcance al responsable", dijo Anabel, una chica de 17 años que trata de disfrutar la vida que sus amigas no pueden llevar. La jovencita agregó que "todo lo que hacemos es para no olvidar a Ursula y recordar que Carla nos necesita porque aún sigue viva".
A medida que los recuerdos compartidos emergían y confrontaban con la realidad, los ojos claros de Belén, la prima de Carla, se humedecían con lágrimas de amargura. "Carla vive, pero está como si fuese una planta", relató la adolescente y agregó: "Ni siquiera sabemos si nos entiende cuando le hablamos".
Lucía es otra de las compinches que supo tener Ursula. Ayer, esta chica manifestó que "lo mas indignante es que a Matías lo vemos como si nada en la puerta de los boliches. Su vida no cambió, la nuestra y la de Carla sí".
Al respecto, José Capozzuca, padre de Matías, dijo en una nota que publicó ayer La Capital, que desde el día del trágico accidente su hijo "no conduce, no bebe alcohol y mucho menos se emborracha. Vive pendiente de lo que publican los medios sobre su persona y su vida transcurre en medio de un verdadero tormento", desmintiendo así las palabras de Lucía.
En el breve acto recordatorio sólo hablaron la mamá de Ursula, un amigo de la mujer y Leandro Alfaro, el hermano de Carla. El testimonio más duro fue el que aportó este muchacho. Con dolor, Leandro le pidió "perdón a las chicas por enseñarles a confiar en la Justicia y en la gente, valores que me inculcaron mis padres".
Si bien estaba previsto que el acto recordatorio se prolongara hasta entrada la noche, Mónica no lo soportó. La emoción le jugó una mala pasada y se quebró. La angustia le ganó a las palabras y el llanto le impidió continuar con su testimonio.
Una vez repuesta, la mujer se refirió al pedido de perdón que hiciera mediante este diario el papá de Matías. "Creo que el pedido de José Capozzuca es auténtico" dijo Mónica. Y agregó: "Me alegra que en todo este tiempo muestre algún síntoma de humanidad por la tragedia. Nunca se nos cruzó por la cabeza desearle lo peor a Matías, porque es un chico que apenas tiene 20 años. A las familias involucradas nos costó mucho decidirnos a hacer esta marcha y en realidad queremos que el resto de los chicos de esa edad comprenda que la mezcla de alcohol y volante puede desencadenar tragedias".
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Fotos
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Las madres de las dos chicas encabezaron el acto en plaza Pringles.
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