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sábado,
20 de
mayo de
2006 |
Insólito. Un vendedor de 34 años terminó mal la semana que pasó como huésped en San Lorenzo al 900
Intentó irse de un hotel sin pagar y con un TV bajo el brazo
Un empleado detectó el bulto que se llevaba y empezó a gritar. Terminó detenido por tentativa de hurto
A pesar de estar radicado en la ciudad, el hombre estuvo una semana alojado como huésped en un hotel de San Lorenzo al 900, en pleno microcentro. Cuando llegó el momento de pagar por los servicios que le habían brindado, bajó al lobby con su escaso equipaje que enseguida depositó sobre la vereda para poder abordar un taxi. Pero un extraño bulto envuelto con una sábana llamó la atención de uno de los empleados. Prolijamente tapado, el tipo se estaba robando un televisor de 14 pulgadas de la habitación que había ocupado. Entonces, el personal del hotel comenzó a gritar para detenerlo. El ladrón escapó corriendo, pero fue alcanzado por dos efectivos de Prefectura Naval que acertaron a pasar por el lugar y le dieron alcance en Santa Fe y Maipú. Allí lo entregaron a la policía.
El insólito episodio, que judicialmente quedó caratulado como "tentativa de hurto", sucedió el jueves poco después de las 12.15 en el hotel República, ubicado en San Lorenzo entre San Martín y Maipú. Esteban C., un vendedor de 34 años domiciliado en el barrio Martin de Rosario, se instaló en una de las habitaciones una semana antes.
Envuelto en una sábana
Durante la estadía su accionar jamás despertó sospechas del personal y todo fue bien hasta el jueves. Ese día, Esteban se disponía a realizar el check out en la conserjería del hotel para cerrar la cuenta de sus gatos. "Un momentito, ya vuelvo. Dejo las cosas en la vereda y arreglamos la cuenta", le dijo al encargado de la recepción, que vio cómo el hombre se desplazaba con cierta dificultad con un bolso de mano colgado de los hombros, un portatraje y un paquete envuelto con lo que parecía ser una sábana.
De acuerdo a fuentes de la seccional 3ª, que actuó en este caso por razones de jurisdicción, Esteban llegó hasta la calle y le hizo señas a un taxi que aparcó en la dársena especialmente construida para facilitar el ingreso y egreso de pasajeros al hospedaje. Al empleado le llamó la atención el bulto y, además, temió que el cliente se fuera sin abonar sus gastos. Por eso se acercó. Enseguida se percató que lo que envolvía la sábana era un televisor de 14 pulgadas de los que hay en las habitaciones y que Esteban, lisa y llanamente, trataba de llevarse.
Entonces comenzaron los gritos y los forcejeos entre el pasajero y el empleado. Esteban no dudó en dejar sus bagayos en la vereda y salir corriendo. El taxi quedó con la puerta abierta ante la atónita mirada del chofer. Dos empleados de Prefectura Naval, que pasaban circunstancialmente por el lugar, fueron testigos del incidente y salieron a perseguir al sospechoso, al que alcanzaron en Santa Fe al 900. Minutos después lo entregaron a agentes de la Brigada Motorizada, que lo condujeron a la seccional 3ª.
Esteban, de acuerdo a lo manifestado por voceros policiales, no tiene antecedentes penales y el único dinero que tenía encima eran 7 pesos. En la seccional se abstuvo de declarar y dijo que contará con el asesoramiento de un abogado porque "no tenía un mango". En base al prontuario limpio y que el delito imputado quedó en grado de tentativa, Esteban seguirá bajo proceso judicial, pero en libertad.
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Fotos
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Un empleado del hotel puso al descubierto la maniobra.
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