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sábado,
20 de
mayo de
2006 |
Máxima tensión por presunto atentado a jefe de espías palestino
Gaza- El jefe de la inteligencia palestina resultó gravemente herido hoy al estallar una bomba en un ascensor, en un hecho que amenaza agravar la ya altísima tensión entre el gobernante movimiento Hamas y el partido Fatah
del presidente Mahmud Abbas, de quien es miembro la víctima.
La cúpula de Fatah no acusó directamente a Hamas de estar detrás de lo que consideró un intento de asesinato contra Tarek Abu Rajab, pero algunos de sus miembros exigieron a Abbas que disuelva el gobierno y convoque a elecciones anticipadas.
El presidente Abbas dijo que el hecho constituye “un peligro real para la Autoridad Palestina” y ordenó la apertura de una investigación sobre el estallido, que ocurrió en el mismísimo cuartel general de la seguridad palestina en Gaza.
Por su parte, el primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, de Hamas, canceló todos sus compromisos de la jornada y formó un comité para investigar el hecho, que no fue reivindicado.
La explosión, ocurrida en un ascensor en el que iba Rajab, provocó la muerte de uno de sus guardias y sobrino y heridas a otras nueve personas, dijeron fuentes de seguridad.
El jefe de inteligencia fue trasladado en “serias condiciones” primero a un hospital de Gaza y luego a un centro asistencial en Tel Aviv, en Israel, dijeron fuentes gubernamentales y médicas.
Rajab, aliado de Abbas y destacado miembro de Fatah, ya había escapado a un intento de asesinato en 2004, cuando su auto fue tiroteado, en un hecho atribuido a las brigadas Ezzedin Al Qassam, el brazo armado de Hamas, por entonces en la oposición.
Pero el presunto nuevo atentado ocurre con Hamas en el poder y en medio de una creciente enemistad entre el movimiento islamista y el otrora gobernante Fatah.
Algunos miembros de Fatah pidieron al presidente que solicite la renuncia del gobierno, y un grupo armado cercano al partido exigió que Hamas disuelva en tres días una nueva milicia que desplegó hace tres días, pese a la vehemente oposición de Abbas.
Tras el presunto ataque, milicianos de Fatah irrumpieron armados en la sede del Parlamento palestino en Ramallah, Cisjordania, para protestar por lo que consideraron un atentado.
El Ministerio del Interior palestino, en manos de Hamas, sugirió que uno de los guardaespaldas de Abu Rajab pudo haber soltado una granada, pero el servicio secreto desechó la hipótesis y dijo que su jefe fue víctima de un intento de asesinato. (Télam)
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El jefe de la inteligencia palestina es trasladado a un hospital tras el atentado.
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